jueves, 7 de enero de 2021

No estabas en el cielo

 


Tras haber recibido el premio Planeta en el año 1995 con una novela no muy bien recibida por el público y la crítica (La mirada del otro), se esperaba con cierta curiosidad –y también con un cierto morbo– la siguiente entrega de Fernando G. Delgado. Por fin, cuando ésta se produjo, tampoco es que las campanas volteasen de felicidad: el autor tinerfeño había vuelto a dar más de lo mismo. Quizá los materiales sobrantes de su anterior producción.

Nos cuenta en sus páginas la historia de Carlos, un niño que, rodeado por un ambiente familiar plagado de mujeres, indaga ansiosamente para descubrir si es verdad que su padre murió ahogado hace años, como le cuentan, o si todavía vive y se esconde por oscuros motivos. Se trata, en todo caso, de una fabulación mínima, que reitera una y otra vez los mismos postulados, con una prosa torpe, pesada y un poco infantil, donde los pretendidos abismos psicológicos no son tales, sino una machacona repetición de frases e ideas bastante tópicas. Se salvan, eso sí y claramente, las cuarenta páginas del final, pero es poco bagaje para una novela larga, que sobrepasa las trescientas, y donde todo aparece embarullado, impregnado de mediocridad e intrascendencia.

Auténtica apología de la inanidad, esta novela no tiene nada por dentro (la fábula se va, como el mercurio, entre los dedos), ni tampoco nada por fuera (el estilo brilla por su ausencia). Demasiadas impericias para una obra firmada por “el ganador del premio Planeta”. Absolutamente prescindible.

No hay comentarios: