El mundo de la literatura (como cualquier mundo, sea artístico
o no) siempre se encuentra modulado e influido por las corrientes del azar. Un
malandrín puede auparse a la cúspide del poder; un sabio puede languidecer en
el barro del olvido; un atolondrado puede realizar un descubrimiento fabuloso;
un genio puede inferir de su fracaso que es un inepto. En el caso que nos ocupa
hoy, la diosa Fortuna eligió para manifestarse una colección de cartas,
cruzadas entre Helene Hanff y los responsables de una librería británica de
segunda mano.
Ella era una escritora norteamericana que no gozaba de éxito y
que malvivía en un pequeño apartamento. Necesitada de algunos libros que no
podía adquirir en su ciudad contactó por correo (se trata de una historia real)
con la librería Marks & Company, de Londres. Y esa decisión generaría una
correspondencia que se dilató durante varias décadas. En ella descubrimos cómo
la relación entre Helene y diversas personas relacionadas con la librería
(Frank Doel y su esposa Nora, Megan Wells, Cecily Farr, etc) va tiñéndose de
colores humanos: se preguntan por las familias, la americana envía alimentos
para aliviar los rigores de la postguerra mundial, los londinenses le envían
libros y un tejido bordado, etc. El humor y las reflexiones literarias van
llenando de anécdotas este epistolario de larga trayectoria que, un día,
después de la muerte de varios de los protagonistas (Frank Doel murió en
diciembre de 1968), Helene consideró la posibilidad de convertir en un pequeño
relato… pero el editor en cuyas manos lo puso consideró que era más comercial
convertirlo en un libro.
Así surgió 84, Charing Cross Road, que publica el sello Anagrama gracias a la traducción de Javier Calzada, una obra espontánea, fresca, llena de luces y de sorpresas, que le dio fama a quien hasta el momento de su publicación no pasaba de ser una escritora casi desconocida. Esta fama aumentó hasta el vértigo cuando Anthony Hopkins y Anne Bancroft protagonizaron en 1987 la versión cinematográfica de la obra. Piadosa y elusiva, la página Wikipedia nos informa de que “Hanff, que nunca ocultó su afición a los cigarrillos y martinis, desarrolló diabetes, que fue lo que causó su muerte”. Olvida mencionar el pequeño detalle de que, olvidado el éxito del libro, falleció en medio de la más absoluta de las pobrezas. El azar, que le había regalado un notorio paréntesis de fama, decidió que volviese al anonimato durante sus últimos años.
2 comentarios:
Un libro que he leído en varias ocasiones y con el que disfruto siempre. La película también me gustó. Tantas historias reales que darían para una novela...Saludos.
Hola:
Disfruté mucho de su lectura. Tiene sus momentos duros, nunca explícitos pero, al menos a mí, me llenó de energía e ilusión, deja muy buen gusto al terminar aunque sí, la autora no tuvo muy buen final.
Un saludo
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