He estado
a punto de comenzar esta nota de lectura afirmando que Pedro Ugarte es un
magnífico constructor de ficciones; pero la sensatez y el recuerdo de sus
libros anteriores me han hecho detenerme y cambiar de idea, para expresarlo con
más exactitud. Porque lo que en verdad quería decir era que el escritor
bilbaíno es un excelente constructor de realidades.
Dotado de una endiablada frescura narrativa, Ugarte instala al lector en un
marco de acciones y personajes tan poderoso, tan definido, tan adornado de
matices, que resulta difícil encasillarlas con la exigua etiqueta de “relatos”,
que parece remitir a un panorama ficticio. Su propuesta, por el contrario,
siempre es más rica, más poliédrica, más vital:
lo que deja en nuestras manos es un universo vivo, un fragmento de realidad
pura, un cuadro verdadero.
Todos sus
personajes brotan de las páginas y se instalan, para siempre, en nuestro corazón:
el hijo aburrido de escuchar las ensoñaciones monárquicas de su madre, tan
asfixiantes como injustificadas; la pareja que sospecha una argucia mezquina en
sus amigos, que tal vez han mentido sobre un boleto de lotería premiado; el
padre quisquilloso que jamás se compra un coche, aunque visita con su hijo mil
y un concesionarios, mareando a los vendedores; el divorciado que se ve
envuelto en una agresión, perpetrada ante su hija; el niño que, isla en una
familia de ramas estériles, se convierte en objeto de mimos hiperbólicos por
parte de todos sus parientes; el hombre que se queda solo y silencioso en casa,
cuando su esposa decide abandonarlo… Todos ellos conforman un cosmos que
palpita, que nos resulta fácil de identificar y de sentir, porque es muy parecido al que nos rodea en nuestro día a
día. Y ese poder que Pedro Ugarte demuestra, ese vigor a la hora de construir
sus páginas, es la señal que nos adhiere magnéticamente a sus libros.
El escritor bilbaíno ingresó hace ya tiempo en el panteón de los mejores cuentistas españoles vivos, de eso no me cabe duda. Y si ustedes leen este libro creo que no la tendrán tampoco.
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