Hacia la
mitad de Cuadernos de tierra, el
volumen que Manuel Moyano acaba de editar con el sello Menoscuarto, nos habla el
autor de Camilo José Cela, “cuyos libros de viajes por España había leído con
fruición durante mi adolescencia” (p.101). Y no resulta ociosa esta aclaración,
porque en cada una de las páginas de este espléndido trabajo se respira aquella
voluntad de “andar y ver” que el Nobel gallego se impuso como norma para sus
caminatas y que compromete muchos ingredientes heterogéneos: moverse con una
planificación sucinta, estar abierto a las sorpresas y, ante todo, comprender
que la libertad del viajero implica reorganización constante y zigzagueos
caprichosos.
Durante
varios veranos, mientras sintió “ese estímulo —nacido en no sé qué recoveco de
mi cerebro— que me impulsaba a emprender largas caminatas sin objeto” (p.161),
el narrador cordobés se lanzó a aventuras como remontar a pie el curso del río
Segura, o el curso del río Mula, o las sierras de Albacete, dejándose impregnar
por un vagabundeo que lo hacía dormir al raso, bañarse desnudo en acequias o
alcanzar los límites del cansancio o la deshidratación por carreteras, senderos
y trochas vapuleados por un sol indiferente. Provisto de unas botellas de agua,
una manta, una gorra, algo de dinero y poco más, fue atravesando una buena
cantidad de kilómetros. Cierto parroquiano le preguntó una vez, con una mezcla
de admiración y curiosidad, si realizaba ese viaje por gusto. “Por gusto no,
por cabezonería”, le contesta en la página 29. Otro parroquiano le replicó que
hay muchos tipos de locura cuando Moyano le explicó que el motivo de sus
caminatas era “una locura que me ha dado” (p.61)… Al final, se trataba tan sólo
de perderse por paisajes desconocidos, por taludes resecos, por vegas húmedas,
por arboledas acogedoras que protegen de la lluvia; y descubrir que “mientras
se camina, la vida parece tener algún sentido” (p.94).
En Cuadernos de tierra encontramos paisajes
admirables y paisajes anodinos; gentes bondadosas y chulescas; comidas
memorables y pitanzas mezquinas; animales hermosos y bestezuelas repelentes. Y
ocurre así porque el autor ha decidido que su crónica no esté impregnada de
prejuicios, ni mediatizada por condicionantes de ningún tipo, sino que se erija
sobre la simple mirada. Esto he visto, esto os relato. Son páginas escritas con
los pies en el suelo (nunca mejor dicho), con el polvo de los caminos y el
sudor colonizando la ropa, como quería el 98 que se conociese el país:
pateándolo.
Además,
en este libro quedan recogidas varias historias que, por su singularidad y su
potencial narrativo (recomiendo especialmente fijar la atención en la historia
macabra de unos fusilados en la guerra civil y en el enigma de un presunto nazi
que vivió escondido durante muchos años en un pueblecillo de montaña), podrían
convertirse dentro de un tiempo en novelas o cuentos. ¿Qué mayor placer que
descubrir, en un libro delicioso, el germen de otros posibles libros deliciosos?
Manuel
Moyano. He aquí a otro de los autores de quienes deseo leerme hasta la lista de
la compra. Y por ahora estoy cumpliendo, para mi fortuna.
3 comentarios:
Me apetece un montón leerlo. No soy fanático de los camninos pero sí me gusta hacerlo de vez en cuando. me aprece un libro apetecible para mí y me parece muy buen regalo para amigos andariegos que dicen no tienen tiempo de leer debido a su afición desmedida a las caminatas.
Otra cosa, Rubén: No sé si sabes que mi blog ya va por los 10 años de vida. Tengo abierto un Sorteo de libros para celebrarlo. Te invito a participar en él. Pásate por mi blog y te apuntas.
Un fuerte abrazo
¿Acaba el autor de inventar la Running Lit? Running Movie, lo veo 😉💋
Muy buen artículo, Rubén.
He leído recientemente este libro, y no pueden ser tus palabras más certeras.
Te paso el enlace de mi reseña por si le quieres echar una lectura: https://relibro.blogspot.com/2020/07/cuadernos-de-tierra-manuel-moyano.html
Manuel Moyano es un autor que me encanta, y aunque no he leído tantos libros suyos como tú, con este ya he leído cinco. Y seguiremos leyendo, por supuesto, hasta la lista de la compra si la publica :P ¡Un abrazo!
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