lunes, 20 de abril de 2020

Sátiras




Descubrir las Sátiras de Persio me habría deparado una enorme decepción si no hubiera contado con el auxilio de las atinadas notas y observaciones de Germán Viveros, que permiten desbrozar, ordenar y entender el sentido de muchos versos, cuya intelección resultaría dificultosa sin su concurso. En ese sentido, casi podría decir que le estoy más agradecido al meticuloso comentarista que al enrevesado poeta.
¿He disfrutado con las líneas de Aulio Persio Flaco? Afirmar que sí supondría una exageración. Las he podido entender, que no es poco. Pero no he obtenido ningún placer estético ni literario con sus páginas, lastradas con un excesivo número de referencias coyunturales. Decía Dámaso Alonso que no hay poeta más arquitecto que Góngora. Posiblemente sea verdad. Y posiblemente, también, esa condición resulte admirable para muchas personas. Pero yo no me acerco hasta un poema para admirar la majestad de sus arbotantes o el airoso trazado de sus arquivoltas, sino para recibir una emoción, un latido, una luz.
Bien ha estado (no me arrepiento) dedicarle una tarde al latino Persio, pero estoy convencido de que no dejará ninguna huella en mí.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Al Flaco lo recuerdo como un tostón de mucho cuidado, aún hago caras cuando lo nombro...no creo estar lista ni para una relectura 😖🙄😅💋