En el año
1991, Ángel Paniagua publicó en la Editora Regional de Murcia un libro de
poemas con el título de Si la ilusión
persiste; pero todo parecía indicar (y las declaraciones posteriores del
autor así lo confirmaron de forma explícita) que no se hallaba muy feliz con la
publicación del tomo, por antojársele que su ciclo creativo no estaba
terminado. Doce años tardaría en pulir y clausurar esa etapa poética. Y lo hizo
con el volumen Bienvenida la noche.
Se ha
hablado en muchas ocasiones de la majestad con que Eloy Sánchez Rosillo
encabalga sus versos y de la sonoridad manifiesta que con este procedimiento
les extrae: pues no es menor la belleza que obtiene de este mismo recurso Ángel
Paniagua. “El tema de la vida” (poema que se encuentra entre las páginas 27 y
28) puede servir como ejemplo. Nos encontramos indudablemente ante un libro de
amor y desamor, de intensas pasiones melancólicas, de cataclismos de piel y
ausencias, en el que nuestro poeta accede a una madurez desencantada, de
emociones provisionales, porque está claro para él “que aquellas luces álgidas
/ que pusieron su brillo en nuestros ojos / se han perdido de modo irremediable:
/ no somos tan mayores, / pero estamos cansados de esta danza” (p.37).
Tras
muchos versos escritos y un buen ramo de palabras publicadas, Ángel había
conseguido comprender que un poema no es más (ni menos) que “un fragmento de
vida en que el poeta, / hablando de sí mismo, habla de todos” (p.16); y que un
libro es “el resultado final de tanto esfuerzo / por hablarle a la vida con
coraje” (p.107).
Voz
imprescindible de la lírica contemporánea, Ángel Paniagua nos regala aquí unas
páginas delicadas, lánguidas y sabias, que conviene releer de vez en cuando.
1 comentario:
Qué importante es sentirse bien con uno mismo y con tu trabajo; entiendo perfectamente que aquel primer volumen no llegara a satisfacerle y 12 años después publicara este. Ganamos todos.
Besitos 💋💋💋
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