Los
nautas han sido, en la historia literaria, muy frecuentes: recordemos, por
citar algunos ejemplos clásicos, a los argonautas (que buscaban el vellocino de
oro allá por la Cólquide), a los astronautas (que aparecen en varios libros de
Stanislaw Lem), a los aeronautas (como el que protagonizaba aquella antigua
novela breve de Julia de Asensi) y a los autonautas (a quienes Julio Cortázar
hizo bogar por las autopistas francesas). Y, desde 2015, la catalana Paz
Monserrat Revillo aumentó esa nómina con su obra Hormonautas, un original volumen en el que todos los relatos están vertebrados
de alguna manera sobre la acción de las hormonas, esos mensajeros químicos que
nos recorren, condicionan y modulan.
En esta
sorprendente colección de historias seremos informados sobre los efectos de la
prolactina, el cortisol, los estrógenos, los anabolizantes o las feromonas, que
circularán por el libro al mismo tiempo que se nos habla de la madre que
concurre a un examen mientras deja sus mellizos al cuidado de las abuelas; del
dolor terrible que supone siempre la cercanía de una persona tóxica; de la
hilarante situación que puede producirse al ingerir la pastilla equivocada; de
la esposa que ha disfrutado de todo tipo de amantes utilizando los paseos de su
perrita como señuelo erótico; del afamado educador ambiental que pasa de la
gloria al más estrepitoso descrédito en apenas seis segundos; de la niña que,
para preocupación de sus padres, observa de vez en cuando a un ángel; o de la
accidentada forma divertida en que una estudiante española prepara churros
anómalos para su familia de acogida norteamericana.
Humor, interesantes
reflexiones sobre la condición humana y magníficos retratos de nuestro mundo se
van trenzando en estas historias, publicadas con buen ojo por la editorial
Nazarí.
2 comentarios:
Dichosa prolactina, que no subía...😅🥴
Anotado queda, lo sabes.
Besos.
¡Mil gracias, Rubén!
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