domingo, 24 de noviembre de 2019

Mediodía en la otra orilla




El poeta y narrador Ángel Manuel Gómez Espada (Murcia, 1972) publicó, en el año 2000 su obra Mediodía en la otra orilla, encabezada por unas líneas en las que el autor manifestaba su firme voluntad de escribir una poesía lúdica, anecdótica y sin pretensiones, con el argumento de que quienes aspiren a superar “a autores de la talla de Borges, Pessoa, Cernuda (no digamos ya a Homero o a Quevedo) están perdiendo un tiempo precioso que mejor dedicarían a sus seres más queridos” (p.8).
Lo que no explicaba el inteligente y brillante poeta es que mediante el ardid de presentarnos sus textos bajo el disfraz de lo humilde nos estaba regalando unas reflexiones existenciales de notable vigor (“Maneras de no estar muerto”), relecturas enriquecedoras de los clásicos antiguos y modernos (“Que veinte años no es nada”) o amargas poetizaciones del mundo que nos rodea, tan pródigo en crueldades, paradojas e insensateces (“Recortes de periódico”).
El libro (que se remata con cuatro espléndidas páginas de dedicatorias y aclaraciones) resulta muy agradable de leer y está teñido por un barniz de desenfado que, dotándolo de una apariencia festiva y a veces zumbona, no le merma ni un ápice de calidad ni de inteligencia creadora. Era el primer paso de una carrera literaria que ha seguido una admirable línea ascendente y que aún nos dará espléndidas sorpresas en el futuro.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

No me cansaré nunca de decirte la labor tan encomiable qué haces barriendo para casa, estando uno orgulloso de los suyos y dándolos a conocer por todas partes, muy bien 👏🏼👏🏼👏🏼💋