Tras
acabar la colección de relatos Acción,
cámara, rondando, de Antonio Llamas-Cánaves, descubro que lo único feo del
volumen es el título. Todo lo demás, sin excepción, me gusta: el lirismo
melancólico de “El grito”, el frenesí narrador de “Tito”, la originalidad
espléndida de “Asesinato frustrado de Petrarca”, la dulzura amarillenta de
“Apuntes para un final de otoño”, el juego compositivo (tan soberbio, tan
eficaz, tan literario) de “El bucle”, etc.
Es una
lástima que este narrador no se haya prodigado más, porque me parece que tenía
bastantes cosas que decir en el mundo de la literatura regional.
Y subrayo
(y copio aquí) una frase memorable: “La vida consiste en ver cómo amanece un
día en el que descubres que todo ha cambiado”.
1 comentario:
Relatos, sabes que me apasionan. Ni título ni portada parecen hacer justicia a lo que nos espera dentro, y para no ser unaponefaltas, decir que la frase final me encanta 🤗
Besitos 💋💋💋
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