viernes, 22 de marzo de 2019

Corre, Jimmy, huye




A los lectores jóvenes suele gustarles (y es lógico que así sea) la acción; y también les agradan las sorpresas; y los protagonistas novelescos de su misma edad; y las emociones fuertes. Pues todos esos ingredientes están contenidos, en dosis elevadas y combinados con astucia narrativa, en la novela Corre, Jimmy, huye, de Joe Craig, que publicó en 2008 la editorial Destino. La traducción corría a cargo de Patricia Nunes, y no se advierte en ella más chirrido que esa “ruptura de la ventana” que afea la página 222 y que se evitaría hablando simplemente de una “rotura”.
Se nos cuenta en sus líneas la historia de Jimmy Coates, un chico de once años que vive una vida normal, con su hermana Georgie y sus padres Ian y Helen. Estamos en Inglaterra y todo parece transcurrir en medio de una plácida rutina. Hasta que en un determinado momento (que tiene lugar en las primeras páginas de la obra, para que la adrenalina se dispare desde el inicio), unos hombres acuden a la casa de la familia Coates con el objetivo de llevarse a Jimmy. Él no entiende qué está pasando, ni por qué lo buscan. Tampoco entiende cómo logra desembarazarse con tanta rapidez de sus presuntos secuestradores, ni cómo es posible que se arroje por una ventana y no sufra daño alguno. Y tampoco le entra en la cabeza que, horas después, advierta que lleva incrustado en su brazo un enorme trozo de cristal, y ni sangre ni le duela. Nota además una especie de fuerza interior que lo lleva a ejecutar acciones imposibles para un ser humano, como correr a velocidades vertiginosas o respirar bajo el agua sin problemas.
Por fin, al cabo de algunos capítulos de incertidumbre y perplejidad, será informado de la causa: sólo el 38% de su cuerpo es humano; el resto de un producto de ingeniería robótica, diseñado por el gobierno de su país con una finalidad inquietante, que horroriza a Jimmy y explica los sucesos posteriores de la novela.
La acción, como digo, es trepidante; y en ella aparecen involucrados unos seres variopintos, que dan color a la historia: un cocinero llamado Yannick, que maneja las sartenes para cocinar y para combatir; un antiguo guerrero llamado Christopher Viggo, que se transformará en aliado de Jimmy; el abominable doctor Higgins, responsable del diseño del protagonista; la enigmática organización NJ7, que controla miles de hilos secretos en la novela; Ares Hollingdale, primer ministro británico; y el misterioso Mitchell, que se convierte en una puerta abierta para la posible continuación de la historia. Un cóctel explosivo de héroes y antihéroes, que ven sus destinos cruzados y en pugna perpetua.

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