martes, 5 de febrero de 2019

Regreso al futuro




Regreso a mi entorno murciano para leerme, de un tirón y con gusto, la novela Regreso al futuro, de Francisco Alemán Sainz (Sucesores de Nogués, Murcia, 1969), que refleja la operación nostálgica de un emigrante que vuelve por unas jornadas a su espacio natal y que no halla lo que pretendió encontrarse. El pasado no se conserva, y las ciudades nunca se alfombran de flores para salir a recibir a sus hijos pródigos. Las ciudades carecen de piedad y de memoria. Ésa constituye, al fin, la lección primordial de este texto, que se lee con fluidez y con agrado.
He subrayado en el libro unas reflexiones interesantes sobre el poder sugestivo de los paisajes domésticos (“Hay cosas que parecen olvidadas cuando estamos lejos del lugar donde ocurrieron, pero al regresar a él nos damos cuenta de que podemos recordarlas hasta con los menores detalles”), sobre el pesimismo vital (“Vivir es perder siempre”), sobre el desconcierto que provoca la muerte de los seres amados que nos rodean (“Mi madre murió lejos de mí; mi mujer murió cerca de mí. Nunca se sabe dónde tenemos que estar”) o sobre la necesidad de la amnesia para seguir caminando día a día (“Tener mala memoria es muchas veces ansia de vivir”). Pero la secuencia que he marcado con más admiración y con más énfasis es aquella en la que el narrador, fallecida su madre y sintiéndose viejo él mismo, anota: “Era la vejez de mi madre que se había sumado a mi tiempo. Envejecemos muchas veces con el tiempo de otra persona a la que queremos, y que de repente deja de usarlo. Pensaba en aquella mujer que en mi niñez era joven, que en mi juventud fue envejeciendo, y que había muerto lejos de mí, sin las palabras que yo debía decirle junto a su entrada en el silencio”.
Creo que he hecho bien volviendo a Francisco Alemán Sainz, tras devorar en mi juventud su Patio de luces. No me ha defraudado en absoluto.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Estoy de acuerdo en lo del poder sugestivo de los paisajes domésticos, en mi caso ejercen un poder de atracción y abstraccion brutal, y muy necesario, me reconcilia con el mundo, el externo y el interno.
Ya me he abstraído otra vez 😅

Me gusta, me gusta mucho.
Besos 💋💋💋