Harvey
está viviendo unas horas realmente complicadas, mientras espera que se dicte
sentencia en el juicio que contra él hay entablado. La causa del mismo no se
especifica con nitidez, pero es claramente sexual: parece que ha sido acusado
de utilizar su posición (es un importante personaje del mundo del cine
americano) para obtener favores horizontales de un buen número de jovencitas.
Para agotar la espera se encuentra en la casa que un amigo millonario le ha
prestado en Connecticut, donde dispone de sala de proyección, bañera con
hidromasaje, un criado a su servicio, bebidas caras y todo tipo de atenciones.
Incluso recibe la visita de una de sus hijas, Kristin, acompañada por su nieta
Ruby. Cada cierto tiempo, charla por teléfono con sus abogados o con la
periodista Joan, a quien le concederá (eso asegura) la primera entrevista tras
la absolución.
Porque
Harvey, pese a todo, confía en ser exonerado de los cargos. Vive en la gran
América, por Dios santo. Roman Polanski se lo montó con una adolescente y se
encuentra libre. Por qué no iban a proceder de la misma forma con él. Al fin y
al cabo (se dice con perfecto cinismo), sus “víctimas” son mujeres mayores de edad.
Sabían perfectamente lo que querían y él se lo facilitó. A cambio, siempre se
paga un precio. Es el mercado. Es la esencia de la vida.
La
gran sorpresa es que, junto a la casa de su amigo Vogel, hay otra vivienda. Y
de ella ve salir al propietario, que no es otro que el célebre escritor Don
DeLillo, al que Harvey querría adaptar al cine cuando todo esto pase.
Sabiéndolo hombre discreto y monje de su privacidad, Harvey intentará
acercamientos discretos al famoso novelista, para hacerle saber que lo ha reconocido…
pero que puede confiar en su reserva.
Emma
Cline construye aquí una novela breve, afilada y que elude toda tentación
panfletaria, donde queda retratado el interior de un energúmeno que se cree, en
el fondo, como se creía Harvey Weinstein, una persona normal.
Francamente notable.
2 comentarios:
Leí " Las chicas" y me fascinó, no solo la historia, la narrativa me pareció sublime. Anotado.
Besos
Bonita y certera definición: "favores horizontales."
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