Leer
este libro e imaginárselo en la voz de Marisa López Soria es todo uno. Es
habitual que suceda con sus historias, pero en ésta, especialmente, la
sensación es vívida, inmediata, rotunda: ves la cara sonriente de
Marisa; oyes la voz dulce y simpática de Marisa. De esa forma, la
historia que nos cuenta La finalista (muy hermosamente ilustrada por
Moisés Yagües y publicada por la editorial Mil y un Cuentos en 2013) adquiere
unos tintes y unas resonancias especiales.
En
sus páginas nos encontramos con la inagotable y ambiciosa Petigrís, una niña
que corre, y corre, y corre, con el único objetivo de convertirse en ganadora
de la carrera, de cualquier carrera en la que participe; pero el Destino le
tiene siempre reservado el papel de finalista que, siendo honroso, a ella le
parece insuficiente. Su obsesión es ganar, ganar, ganar. Para ello, practica,
entrena, se esfuerza, se deja galvanizar por sus amigos, echa el bofe… pero
nada parece ser bastante. Nunca accede a lo más alto del podio. Y, como es
lógico, llega un momento en el que se impone reflexionar.
Un libro divertido, ágil y educativo, donde la competitividad y la insatisfacción permanentes son puestas en tela de juicio.
2 comentarios:
¡Pero qué pocholada, por favor! Irresistible.
Besos 💋💋💋
Bonita lectura la de este libro. Muy educativa por lo que dices.
Un abrazo
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