Leamos
el cuento que Imma Monsó coloca al frente de su libro Mejor que no me lo
expliques, que publica el sello Alfaguara con la traducción de Roger
Moreno: una mujer se obsesiona con descubrir la contraseña con la que su marido
protege un documento donde, presuntamente, habla de ella. Incapaz de deducirla
(o adivinarla) le pregunta de forma insistente a su esposo, pero él responde
que, de vez en cuando, se la dice cuando ella está durmiendo. Leamos ahora el
segundo de los relatos: una joven madre recibe la llamada telefónica de una
amiga de más edad, francamente pesada, que la entretiene con sus bagatelas y
meandros verbales durante el suficiente tiempo como para que se le quemen las
cosas que tiene al fuego y su hijo pueda hacer las peores trastadas del mundo,
huérfano de vigilancia. Leamos ahora el tercero, en el que un matrimonio
formado por un hombre metódico y una mujer aburrida de la inercia conyugal
experimentan una importante crisis que se resuelve con una carta larguísima,
que el marido ni siquiera llega a leer... Podríamos extender este recorrido de
resúmenes a los demás relatos del tomo, y los lectores advertirían de inmediato
cuál es uno de sus temas nucleares: la incomunicación, que aquí queda envuelta
en la fermosa cobertura de seis historias espléndidas.
Con
gran elegancia expresiva, Imma Monsó nos hablará de muchachas que descubren
paulatinamente a sus parientes de Burdeos, de chicas que viven en la ciudad de
Asfixia o de mujeres casadas que, tras descubrir que en su interior crece un
cáncer, descubren un nuevo modo de afrontar y expresar sus emociones.
Sin duda, un trabajo magnífico de la multipremiada y talentosa ilerdense, a la que terminaré (seguro) volviendo.
1 comentario:
Yo no puedo resistirme a un relato, menos aún a un buen relato, y muchísimo menos todavía a varios.
Y menudo ramillete has traído.
Besos 💋💋💋
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