miércoles, 28 de noviembre de 2018

El libro de las visiones y las apariciones




Volvemos a encontrarnos en esta novela de José Luis Castillo-Puche, como en otras suyas donde el caudal autobiográfico es igualmente potente, con Pepico, que tuvo que criarse en el ambiente violento, absurdo, fanático, montaraz y cazurro de Hécula, y que vivió una niñez acongojada con religiosidades atosigantes, a la que define como “débil, enfermiza, atormentada” (pág. 164); y nos encontramos con su hermana Rosa, quien una vez lo disfrazó de golfillo vendedor de periódicos (la referencia está en las primeras líneas de Conocerás el poso de la nada); y nos topamos sobre todo con sus egoístas y mezquinos tíos Cirilo y Cayetano, a quienes etiqueta sin ambages de “energúmenos de lo eterno” (pág. 28), de “dúo macabro con apariencia beatífica” (pág. 33) y de “administradores de la devoción y del miedo” (pág. 206). Ellos fueron quienes llenaron de acíbar sus años infantiles, quienes no dejaron que la madre de Pepico se casara en segundas nupcias con el viudo don Rosendo, quienes lo obligaban a salir con los auroros.
En ese retrato familiar lleno de tonos negros, ríspidos, que lo inundó todo con su vinagre (“Qué difícil es librarse de los fantasmas que acompañaron tu niñez”, pág. 194) presenta un único elemento simbólico que le aporta luz al protagonista: el mar. Sus aguas coloreadas y frescas representan para el muchacho “la mayor obsesión, una fiebre, una necesidad que yo creo que por aquellos días iba unida para mí al ansia de liberación de todo, a la necesidad de olvido, de lejanía, oh, zambullirme en el mar…” (págs. 129-130); y, cuando la imagen se perfecciona en su interior, llega a sentirlo como “un comienzo de vida nueva y para siempre donde los demonios de mi infancia, todos los demonios, los interiores y los externos, se iban a meter y ahogar en la corriente”.
Una novela dura, sincera, atormentada y sofocante, que el yeclano José Luis Castillo-Puche tuvo la generosidad de compartir con sus lectores con el título de El libro de las visiones y las apariciones.

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