Definir al escritor César Mallorquí (Barcelona,
1953) es tan sencillo como indiscutible: un número uno. En su faceta como autor
de novelas juveniles ha ganado todos los premios importantes (el Edebé, el Gran
Angular, el Hache, el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, etc) y en su
vertiente como autor de género fantástico se ha ganado el respeto, la
admiración y el aplauso unánimes de la crítica y de los lectores. Ahora, con el
sello Fantascy, acaba de hacer las delicias de los amantes de la ciencia
ficción con un volumen excelente que lleva por título Trece monos, con una llamativa ilustración de portada firmada por
Patrick Seymour.
Y es excelente no sólo porque responde a las
elevadas expectativas que siempre genera un volumen de Mallorquí, sino porque
cubre un abanico de temas muy variado, haciendo que la luz narrativa, al
incidir en caras diferentes del diamante, genere reflejos distintos; y ese arco
iris depara sorpresas continuas a los lectores del tomo.
¿Es usted un enamorado del juego del ajedrez? Pues
le aconsejo que no se pierda “El decimoquinto movimiento”, una pieza inspirada
en un relato del argentino Jorge Luis Borges en la que Jorge Acevedo Suárez se
verá inmerso en una enigmática partida que se inició en el siglo XIV entre dos
familias rivales y que todavía continúa en la actualidad. ¿Se imagina que los
métodos de trabajo y la imaginación creativa de Antonio Gaudí pudieran
expandirse por la Red
de un modo incontrolado? Pues visiten las páginas de “Virus” y no les quedará
más remedio que asombrarse... y sonreír. ¿Conocen (seguro que sí) el célebre
cuento de Navidad de Charles Dickens? Pues imaginen que el espíritu que tiene
que efectuar su visita admonitoria se confundiera de destinatario y se obcecara
con amedrentar a un pobre vendedor de juguetería erótica en pleno siglo XXI,
tal y como relata en “Cuento de verano”. ¿Y qué habría ocurrido si Yahvé, antes
de probar con los seres humanos, hubiese elegido a otra especie para
protagonizar el nacimiento de su hijo en un pesebre? ¿Y si una comisión de
religiosos tomara un vuelo interestelar, dentro de varios siglos, para
desplazarse hasta Astarté, donde todos los indicios muestran que acaban de
reencarnarse de nuevo Jesús de Nazaret? ¿Y si...?
Pueden ustedes dejar que su imaginación se expanda,
vuele y trace los rizos más aventurados, porque seguro que César Mallorquí irá
una pulgada más lejos que ustedes en estas aventuras narrativas donde
encontrarán (y aquí ya entra mi opinión personal como lector) dos piezas
maravillosas, únicas, para las que todos los adjetivos elogiosos que amontonen
serán pocos: “La isla del cartógrafo”, una de las más bonitas historias de amor
que he podido leer en mucho tiempo, y “Naturaleza humana”, que se ambienta en
el año 2189 y en la que Mallorquí despliega toda su artillería literaria para
ponernos ante los ojos un mundo en el que se demuestra fehacientemente que el
Poder tiende por sistema a convertirse en autoritario y que se basa en la
mentira y en la manipulación de los ciudadanos.
Si ya han leído alguna obra de César Mallorquí,
abaláncense sobre ésta, porque no les defraudará. Y si jamás han tenido la
curiosidad de adentrarse en uno de sus libros, apunten esta obra en sus
agendas: descubrirán el hechizo de un maestro.
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