Personas
que tienen que salir de su mundo (por guerras, hambre, orfandad o persecución)
y que se instalan en otro, donde no terminan de sentirse bien, pues desconocen
el idioma, las costumbres, la cultura… o porque sufren las secuelas de la incomprensión
o el racismo. Ellas son las protagonistas del volumen de relatos Fuera,
de Susanna Tamaro, que leo en la traducción de Guadalupe Ramírez y que me ha
parecido magnífico.
La
joven viuda hindú Nabila y su hijito Raj son engañados por una mafia, que tras
hacerles creer que los llevará a un territorio donde podrán reconstruir sus
vidas, los deposita en una zona donde la nieve y la insensibilidad de los
lugareños serán sus únicos espectadores (“¿Qué dice el viento?”). Una muchacha
filipina que se había hecho la ilusión de ser monja tiene que instalarse en
Roma como sirvienta de una familia cuyo patriarca pone sus ojos, y no solamente
sus ojos, en ella (“Salvación”). Arik, un niño africano, es dado en adopción a
una pareja italiana, pero su espíritu se rebela contra ese desarraigo (“Del
cielo”). Rossella emplea toda su energía en adaptarse al viejo gruñón, racista
y clasista, que la ha tomado a su servicio, aunque los resultados no sean los
que ella esperaba (“¡Y a mí… qué!”).
Cuatro
propuestas de elegante factura literaria, que podrían haberse derrumbado hacia
el ternurismo o la acrimonia, pero que consiguen esquivar ambas tentaciones
para convertirse en estupendas piezas narrativas, en las cuales la escritora de
Trieste se adentra en el espíritu maltrecho de las personas más vulnerables y
consigue que reflexionemos sobre la amargura de su condición y también sobre la
crueldad, consciente o inconsciente, con la que a veces tratamos a quienes
consideramos inferiores o distintos. (Un consejo: fíjense en los perros que
aparecen en estas historias y traten de entender su simbología).
Tras un par de intentos con las obras de la escritora italiana me había distanciado un poco de su narrativa (lo diré así de suave), pero esta nueva aproximación a su escritura me hace plantearme si realmente hice bien. En este libro, mi aplauso se lo ha ganado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario