Llevar la
poesía hasta los colegios e institutos; y hacerlo con talento, con humor, con
juegos, con referencias modernas (internet, burbuja inmobiliaria, “La Voz
Kid”), mezclando música, actualidad, literatura y chistes; mezclando, también,
letras y ciencias; mezclando estrofas (romances, ovillejos, sonetos, décimas);
y, sobre todo, utilizando un lenguaje donde el equilibrio entre cultura y
amenidad se mantenga desde la primera hasta la última de las composiciones…
¿Una tarea imposible? En apariencia, sí. Pero los profesores y poetas Diego
Reche Artero y Diego Alonso Cánovas lo logran plenamente en estos Poemas de andar por clase que les edita
el Instituto de Estudios Almerienses y que conocerán una segunda edición, tras
el éxito apoteósico de la primera.
En medio
de poemas dedicados al número pi, al pragmatismo de los estudiantes (que
apuntan con astucia y avidez los nombres de los autores que les parecen más
probables como preguntas de examen), a los Pokemon, a Casillas levantando la
Copa del Mundial, a Agamenón y su porquero o a los padres que suspiran por la
emancipación de sus hijos, nos encontramos con simpáticos resúmenes de
literatura (“Conocimiento del alumno al final del curso”), apelaciones a las
típicas quejas sobre el profesor que nos coge manía (“Calificación: suspenso,
cuatro con nueve”), homenajes a los docentes que nos marcaron en la infancia
(“Soneto a mi profesora”), descripciones sobre la reacción que suscita la
lectura de un poema de Pablo Neruda en el aula (“Poema veinte”) y, sobre todo,
la serie final (“Fuera de clase”), donde se cobijan preciosos poemas
humorísticos sobre las moscas, las calvas, los éxitos del baloncesto español y
la santa zapatilla que las madres han usado desde tiempo inmemorial como
recurso pedagógico de convencimiento.
Cualquier
docente que quiera convencer a sus alumnos de las bondades de la poesía tiene
en este agradable, divertido, magistral y variado volumen un documento
impagable.
1 comentario:
¡Míooooo! ¿Ves qué fácil? 😁
Besitos 💋💋💋
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