Si Jorge Luis Borges, en colaboración con Margarita
Guerrero, construyó en su día un volumen con el título de El libro de los seres imaginarios; y José María Merino redactó una
novela llamada Días imaginarios; y
Francisco López Serrano ultimó una novela con el nombre de El tiempo imaginario; y Alison Lurie se decantase por el marbete Amigos imaginarios para encabezar la
obra que le publicó Tusquets en 1989, ¿qué extrañeza puede causar que el leonés
Julio Llamazares nos ofrezca ahora, en la editorial Nørdica Libros, un volumen bajo el rótulo de Atlas de la España imaginaria?
La aventura narrativa que nos propone es tan
hermosa como sugerente: pasearnos por lugares de España que, en virtud de su aparición
en obras literarias o en frases hechas, parecen pertenecer al mundo de la
ficción. Pero Llamazares se encargará de ofrecernos un recorrido urbano,
paisajístico, histórico y antropológico por estas pequeñas localidades. Así,
nos explicará que Jauja es una localidad andaluza de unos mil habitantes,
inmortalizada por Lope de Rueda en uno de sus pasos, y que en ella nació el
bandolero José María El Tempranillo;
que Babia es una comarca leonesa en la que los reyes descansaban y cazaban, y
de la cual procedían los fundadores de las primeras mantequerías y perfumerías
de Madrid; que Pinto y Valdemoro son dos localidades de la zona central de
España, que protagonizan una frase tan ambigua como inexplicada; o que los
cerros de Úbeda son la zona donde murió san Juan de la Cruz y nació Antonio Muñoz
Molina... Además, por las páginas de la obra desfilan la ínsula Barataria, las
Batuecas o Fuenteovejuna, tan famosas como desconocidas.
Con rigor
descriptivo, con pupilas de fotógrafo y con aliento de poeta, Llamazares nos
pasea por estos rincones diminutos de la España literaria y nos entrega unos fotogramas
deliciosos donde nos habla de árboles, monumentos, anécdotas, reyes, campesinos
y bribones. El tomo se completa con ilustraciones de David de las Heras y,
sobre todo, con unas impresionantes fotografías de José Manuel Navia, que
cierran y coronan este hermoso libro editado en tapa dura por Nørdica Libros
Con rigor
descriptivo, con pupilas de fotógrafo y con aliento de poeta, Llamazares nos
pasea por estos rincones diminutos de la España literaria y nos entrega unos fotogramas
deliciosos donde nos habla de árboles, monumentos, anécdotas, reyes, campesinos
y bribones. El tomo se completa con ilustraciones de David de las Heras y,
sobre todo, con unas impresionantes fotografías de José Manuel Navia, que
cierran y coronan este hermoso libro editado en tapa dura por Nørdica Libros.
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