Me ocurre con Henning Mankell (Estocolmo, 1948) un
fenómeno peculiar: cada vez que me leo un libro suyo salgo encantado con la
experiencia, me seduce con la sencillez elegante de su prosa y con sus
discretos pero sólidos personajes... pero luego me demoro a la hora de volver a
coger otra obra suya. ¿Explicación? No alcanzo a dármela. Es simplemente así.
En esta ocasión me he acercado hasta el último
volumen de la serie Wallander, que lleva por título Huesos en el jardín y que traduce Carmen Montes Cano para el sello
Tusquets. Se nos cuenta en sus páginas cómo Kurt Wallander, el famoso policía
que la protagoniza, anda buscando casa para su próxima jubilación. Sus recursos
económicos no son muy elevados, pero tiene la suerte de que uno de sus
compañeros de trabajo conoce una vivienda que le podría venir bien: situada a
las afueras, amplia, tranquila... Wallander se ilusiona con las expectativas,
pero la mala fortuna quiere que, mientras la visita para valorar su posible
adquisición, descubra los restos de una mano que emergen del suelo en el jardín.
Pronto, los especialistas desenterrarán un cadáver de ese macabro lugar (una
mujer de unos 50 años, que parece ser que murió ahorcada). Y luego un segundo
cuerpo (un varón de idéntica edad, con severas fracturas en el cráneo). Y el
mecanismo de investigación se pone en marcha, aunque las pistas sean casi
inexistentes.
Se trata de una novela muy sobria, muy eficaz, en
la que Henning Mankell cierra de un modo irreversible el ciclo Wallander. No
jubila al personaje, ni lo hace morir, pero nos aclara en un magnífico epílogo (lleno
de anécdotas interesantes sobre cómo concibió al personaje y cómo lo fue
llenando de contenido a lo largo de los años) que no habrá más textos con él
como protagonista. Que considera cerrada esta etapa de su vida como fabulador.
Y que ni siquiera se ha planteado (aunque esa puerta sí que la deja
entreabierta) la posibilidad de redactar algún caso policial más con Linda, la
hija de Wallander, como eje.
Una novela que se lee con auténtico placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario