Pocas
cosas hay más terribles, más sofocantes, más tenaces y más angustiosas que los
miedos infantiles: esos pánicos y esas obsesiones que, como estigmas, se clavan
en el corazón y en el alma. Todos (miente o tiene mala memoria quien se excluya
de la nómina) sufrimos alguno, que nos dejó huella. En este relato, que ilustra
María Rosa Aránega, redacta Antonio Muñoz Molina y publica el sello Seix
Barral, se nos habla de uno de aquellos viejos miedos, centrándose en dos
primos llamados Bernardo y Esteban. El primero lleva un aparato ortopédico,
desde que sufrió poliomielitis, y dispone de una imaginación siempre activa,
que puebla con macabras historias de tísicos que se desplazan en coches oscuros
a la caza y captura de niños incautos, a los que extraerán su sangre para
entregársela a los enfermos que pueda pagarse ese sanador comercio clandestino;
el segundo es su fiel acompañante, que vivirá siempre atenazado por el terror
que su primo le inocula con sus historias y que tragará saliva cuando algún
indeseable se siente a su lado en el cine y, con paralizante frialdad, deposite
su mano adulta sobre los muslos y la bragueta infantil.
Ese
universo de pánicos adquirirá unas dimensiones espantosas cuando, hallándose
Esteban enfermo en su cama, su primo Bernardo desaparezca a la salida del
colegio y sea encontrado, con fiebre y agitadísimo, muchas horas después. Una
vez a solas, le dirá a un asombrado Esteban que tuvo un encuentro feroz con un
hombre y que, por fortuna, logró golpearlo hasta darle muerte. ¿Qué ha
ocurrido, en realidad? ¿Es cierto que Bernardo ha cometido un crimen? ¿O se
trata de una mentira que esconde hechos más tristes y bochornosos?
Con la pericia a la que nos tiene acostumbrados, Antonio Muñoz Molina esculpe para nosotros una historia ancestral sobre la congoja, el desconcierto y la extrema vulnerabilidad del ser humano durante su infancia, ese tiempo de canicas, sombras amenazantes, mochilas viejas, noches de pesadilla y vergüenza, que en sus manos se convierte en una joya lánguida, melancólica y memorable.
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