Leo Discursos para sordos, del pedante
Guillermo Díaz-Plaja (Magisterio Español, Madrid, 1968), un volumen de
artículos en los que este ensayista y profesor va señalando lacras de la
sociedad española, por si alguien tiene interés en ponerles fin. El objetivo no
es malo, obviamente, pero hay que reconocer dos cosas: la primera, la ñoñez
poco atractiva de su estilo periodístico, plúmbeo, pedestre y alcanforado; la
segunda, la insufrible soberbia de quien se cree en posesión de la verdad y de
la virtud, y tilda de “sordos” a quienes no le prestan extasiada obediencia.
Esta frase que aparece en el prólogo es un buen indicio: “El español medio está
aquejado de una grave sordera espiritual. Tengo pues la vaga aprensión de haber
perdido el tiempo”. A partir de esa fatuidad, el resto. Es muy triste que un
hombre de su linaje tenga que descender hasta nuestros torpes oídos para
enseñarnos y sacarnos de nuestra cerril ignorancia.
2 comentarios:
Sordera selectiva...eso le dijo el otorrino a mi madre cuando me llevó porque "la niña no atiende" cuando le hablo 😂😂😂...y así sigo.
Tomo nota, Profesor.
Besitos 💋💋💋
Pues sintiéndolo mucho, me parece que el plumbeo caballero no andaba desencaminado. Hablar de sordera espirutual mirando la situación de España me parece hasta generoso. Una población infantilizada que cree que todo se arregla con esa estupida monserga de la psicología de la felicidad que sólo les llava a la molicie y la vagancia acomodaticia.
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