viernes, 6 de abril de 2018

Un señor muy respetable




Me acerco hasta una novela del egipcio Naguib Mahfuz, del que todo lo que he leído me ha parecido interesante: se trata de Un señor muy respetable, que me traduce con amabilidad María Luisa Prieto (Plaza & Janés, Barcelona, 1994). Cuenta la historia de un pobre muchacho que se obsesiona con el escalafón burocrático y que convierte su existencia en un absurdo maratón extenuante, en el que renuncia a todo (amor, felicidad) con tal de ir subiendo en las gradas administrativas. Al final, con ironía bastante cruel, termina fracasando “vitalmente”, pero también “burocráticamente”.
Mahfuz se ha reído (quizá con ternura, quizá con conmiseración) de este pobre engañado, de este desnortado esencial. Me ha parecido una narración estupenda, dignísima, de estilo sobrio y exquisito, resuelta con innegable talento. Quizá me tendría que ocupar con más frecuencia de este narrador.
“Toda la vida puede resumirse en dos palabras: hola y adiós”. “Odiaba los sermones que incitaban a la indolencia, los consideraba una blasfemia contra Dios”. “Uno se siente relativamente seguro porque cree que la muerte es lógica, que opera sobre la base de premisas y conclusiones, pero muchas veces la muerte nos sorprende sin avisar, como un terremoto”. “La felicidad existe, pero el camino no siempre es llano”. “Hasta ahora había creído que las personas sabias eran felices”. “Uno comete errores tan a menudo como respira”.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Se me ha ido la cabeza durante unos minutos por las nubes, un viaje a Marruecos me ha venido a la mente...ainssss.
Me encanta como cuentas las cosas.

Besitos.