Hace años escuché a Gonzalo Torrente
Ballester en una entrevista televisiva y me agradó que dijese algo
políticamente incómodo: que la burguesía era la gozosa responsable y
sustentadora del mundo occidental, tal y como hoy lo conocemos; y que, por
tanto, el tono peyorativo que se le dedicaba a “lo burgués” se le antojaba un
disparate. De ahí que el escritor Miguel Espinosa, tan brillante siempre,
tuviese el acierto de dedicarle un libro satírico y mordaz a la “fea”
burguesía, que no es la burguesía toda. Ahora, la recién nacida editorial
murciana que lleva ese mismo nombre (capitaneada por Francisco Marín, Fernando
Fernández y Paco López Mengual), ha abierto su catálogo con una espléndida
reedición del citado volumen.
Miguel Espinosa es uno de los grandes
autores de la narrativa española del siglo XX, así que continuar difundiendo
sus textos y poniéndolos en las manos de los futuros lectores sea una labor tan
inteligente como apostólica. Él se dio cuenta, y lo plasmó en este libro
inclasificable, de que la burguesía “fea” aunaba las peores excrecencias de las
dos clases sociales que la circundan: el pueblo (del que heredaba sus filones
de zafiedad y energumenismo) y la clase alta (a quien trataba de emular sus
aires de grandeza, con el consiguiente aroma patético que las imitaciones
burdas siempre acarrean). El burgués feo no es pueblo, pero tampoco es
aristocracia. Es un híbrido descolocado, deshilachado y sin una identidad
firme, que se arropa con las adherencias lamentables que escoge sin ton ni son,
llevado por la soberbia, el desdén, el afán de dinero y la estulticia. Los
personajes de Miguel Espinosa están ahí para mostrar esa evidencia de orden
sociológico, que él coloreó con la mejor literatura de su tiempo, llena de
elegancia, sarcasmo, retrato cruel y fidedigno y anécdotas imborrables.
La editorial La Fea Burguesía ,
recordándonos esta obra y volviendo a colocarla en las meses de novedades de
las librerías, está haciendo un enorme favor a la cultura española, y regalando
una preciosa ocasión para el gozo a los lectores. No hay que pensárselo mucho
para hacerse con este volumen: será difícil que ustedes encuentren uno mejor
entre los tomos que lo rodean en su librería habitual.
1 comentario:
Apuntada, como no, otra recomendación.
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