Es dudoso que exista algún autor en la historia del teatro
murciano (con la posible excepción de Lorenzo F. Carranza) que goce de más
estrenos, galardones y reconocimientos críticos que Fernando Martín Iniesta
(Cieza, 1929). De ahí que siempre me resulte gustoso adentrarme en una de sus
obras. Ahora lo hago con Tierra de nadie,
una ficción dramática situada en territorio comanche, esa geografía de frontera
donde dos ejércitos rivales de una guerra se confunden en una ciénaga terrible,
amenizada por los francotiradores.
La obra (creo que es su peor defecto) incurre en un
maniqueísmo ideológico que podríamos considerar altamente ingenuo, y está
además maltratada por una ortografía de juzgado de guardia (he subrayado
cuarenta y cuatro errores notorios en apenas cincuenta y cuatro páginas de
texto dramático). Pero, pese a todo ello, no me disgusta haber vuelto a la obra
de este escritor, del que me compraría sin dudarlo sus Obras completas, a ser posible anotadas por algún especialista.
Distraída.
1 comentario:
¡Si, quiero! O sea que me lo llevo, sabes que soy farandulera a más no poder 🎭💋
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