sábado, 22 de mayo de 2021

Con distinta piel

 


Intento adentrarme en una novela de Dylan Thomas que se titula Con distinta piel; y reconozco que la experiencia me resulta empinada y ardua. El escritor nos pone aquí ante los ojos la delirante aventura londinense de Samuel Bennett, un chico de unos veinte años que se va de su casa y comienza a vivir un conjunto de experiencias anonadantes: conversaciones anómalas con gentes desconocidas, un dedo que se le queda incrustado en el cuello de una botella, una borrachera con agua de colonia, un paseo enloquecido bajo la lluvia, la expulsión ignominiosa de un antro en el que todos beben y bailan como si hubieran perdido la cabeza, etc.

Y al final, cuando he cerrado el volumen, me he encogido de hombros y no he sabido exactamente qué decir de la obra. Puede ser que el defecto sea mío: no me atrevería a descartarlo como posibilidad. Pero lo cierto es que no he conseguido hacerme con los “resortes psicológicos” del narrador ni de sus personajes; y eso me ha llevado a no encontrar demasiadas felicidades en la experiencia lectora. El ambiente de alucinación en el que todos parecen chapotear se me ha figurado del todo punto impenetrable. Hay un instante en que se lee esta frase en el libro: “Deben de estar pasando cosas en todas partes, excepto donde uno está”. Así me he sentido yo en la novela.

No sé si probaré con otra obra de este autor.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Debo reconocer que solamente he leído una obra suya y algunos poemas sueltos, "Bajo el bosque lácteo", y por eso he de reconocer también que llegue a ella por la película de Burton y Taylor... Y como la película si me gusta, el libro no me disgustó, pero mi opinión hacia el autor se queda ahí en ese poquito que he leído.

Besos 💋💋💋