Jesús de Nazaret selló con Judas Iscariote una
extraña alianza en virtud de la cual, y como bien resume Heather Kennedy, una
de las protagonistas de este libro, “Judas ayudó a morir a Jesús. A cambio,
Dios les dio la Tierra
a Judas y a su familia. Pero tendrían que esperar tres mil años para heredar.
Treinta monedas de plata... por treinta siglos” (p.351). Desde entonces, los
miembros de ese pueblo viven escondidos en galerías subterráneas, ajenos a la
historia de los “hijos de Adán”. Su reino se llama Ginat’Dania y una de sus
consignas más férreas consiste en mantener el secreto más absoluto sobre su
emplazamiento, hasta que llegue el momento de recibir la herencia prometida.
La agente Heather Kennedy, que trabajaba en la Policía Metropolitana
de Londres y que ahora se encuentra en excedencia, es contratada por el Museo
Británico para que esclarezca qué ha ocurrido en su interior en las últimas
horas. Aparentemente, alguien ha entrado y después ha desaparecido, sin que se
aprecie robo o destrucción de ningún tipo en sus dependencias. A partir de ese
instante comienza una investigación que la llevará hasta un enigmático libro
escrito por Johann Toller en el siglo XVII, en el que se declaran cuáles serán
los signos que anunciarán la segunda venida de Jesús y, por tanto, la clausura
de la Historia
y el comienzo del Reino de Dios. Y este descubrimiento se verá pronto ampliado
con nuevos datos y personajes: una muchacha llamada Diema, que se muestra letal
en el combate cuerpo a cuerpo; unos integrantes del Pueblo de Judas que,
encabezados por el iluminado Ber Lusim, han decidido segregarse de la
colectividad y adentrarse en el mundo de los hijos de Adán; un viejo y eficaz mercenario,
Leo Tillman, que parece movido en esta aventura por unos resortes demasiado
sentimentales, que lo terminarán por llevar hasta las puertas de la muerte...
Y, de fondo, la amenaza que planean los disidentes liderados por Ber Lusim y el
ideólogo Shekolni: provocar la muerte de un millón de personas para dar
cumplimiento a las profecías de Toller y allanar la venida del Nuevo Orden.
Como se puede observar, esta nueva obra de Adam
Blake (de quien se pregona misteriosamente en la solapa que “es el seudónimo de
un aclamado novelista de éxito que escribe obras encuadradas en otro género
literario”) contiene los ingredientes necesarios para suscitar el interés de
numerosos lectores que, más interesados en el desarrollo de una trama magnética
que en los primores literarios del texto, disfrutarán con este seductor conglomerado
de combates cuerpo a cuerpo, profecías antiguas, misterios ancestrales, armas
modernas y sus leves toques de sexo (hetero y homo). Y si se sale feliz de la
experiencia, siempre se puede recurrir a la anterior novela del mismo autor: Los hijos de Judas, donde se explican
los orígenes de toda esta trama y se la relaciona con los Rollos del Mar
Muerto.
En suma, una propuesta muy acertada de la editorial
Bóveda en la que se invierten bastantes días o incluso semanas de lectura (el
volumen supera las seiscientas páginas), que encantará a los aficionados a los
bestsellers de acción y y de misterios esotéricos y que, por su amenidad y su
buena factura narrativa, no defraudará al resto de lectores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario