Escribir un libro de cuentos es una operación que
no todo el mundo es capaz de ejecutar con elegancia, porque cada una de las
historias que se cobijan entre sus tapas exige una concentración y un tono, una
música y una arquitectura, un aroma y un ritmo. No son atributos fáciles.
Joaquín García Box acaba de publicar su primer
volumen de este género, que lleva por título De cofres, virtudes y otros pecados, donde nos coloca ante los ojos
una ambiciosa serie de propuestas narrativas que sitúa en diferentes épocas y
diferentes lugares del mundo, en un despliegue de musculatura imaginativa que
se antoja admirable y que nos llevará desde los páramos bíblicos hasta los
gélidos paisajes del Polo Norte, desde el Antiguo Egipto hasta la Rusia del
siglo XIX, desde Noé hasta Rasputín. Viajando por sus páginas nos irá
proponiendo historias de espadas mágicas, venganzas atroces, misterios
escondidos en viejas matriuskas, herederos al trono faraónico que llevan su
homofobia hasta el extremo de atentar contra alguien de su propia familia o
ancianos inuit que relatan antiguos episodios para sus nietos.
Súmese a todo esto los deliciosos poemas que Juana
Fuentes compone para acompañar a los relatos y las ilustraciones de José Juan
García Box y Alicia García Marín, que terminan de redondear la propuesta.
Un despliegue de sorpresas, humor y estupenda prosa
que afianza al escritor con este tercer libro y que lo sitúa en una ascendente
línea literaria digna de aplauso.
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