Francisco Méndez es un chico con un índice de
inteligencia muy superior al de las demás personas (salta los 150 de CI) y que
tiene múltiples curiosidades: el ajedrez, la astronomía, la paleontología, la
física, las matemáticas... El ambiente en que se mueve no es, desde luego, el
más fácil: su madre lo presiona para que “brille” en alguna actividad que los
demás reconozcan y aplaudan; sus compañeros de colegio lo detestan por sus
aires de empollón; y de las chicas mejor ni hablamos.
Un día se le pide (más bien se le exige, porque sus
compañeros quieren salir beneficiados del viaje que los patrocinadores pagan a
toda la clase del ganador) que participe en un concurso televisivo para
demostrar su talento; y Fran accede. Pero elige un tema que deja a todo el mundo
asombrado: las novelas de Sherlock Holmes, que ha leído y releído con auténtico
fervor. Cinco concursantes optan al premio con temas tan variopintos como
Homero, los viajes de Colón, el fútbol, las arañas... y las novelas de
Sherlock.
Antes de que empiece el certamen, los ojos de Fran
se fijan súbitamente en Violeta Martis, “una de esas bellezas naturales que no
requieren ningún realce” (p.55) y constata que su número de pulsaciones
aumenta. Quizá ha descubierto por fin el amor.
Pero el verdadero interés de la narración explota
cuando en la ciudad comienzan a producirse asesinatos sin conexión aparente
entre sí; y Fran decide, con la ayuda de su mejor amigo (el inevitable Watson),
estudiar estos crímenes y tratar de encontrar al culpable.
Una novela estupenda, escrita por Andrea Ferrari,
que obtuvo el premio Jaén de narrativa juvenil y que fomenta el amor a la
lectura, además de consolidar las relaciones humanas. Está publicada en la
editorial Alfaguara, dentro de su serie roja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario