Cae
en mis manos el libro de poemas titulado La otra tierra, de Diego
Martínez Torrón. Y me produce una enorme sorpresa, porque hace apenas dos o
tres días que me encontré con la palabra “torrón” en un ensayo y tuve que
acudir a un diccionario para entenderla. Casualidades de la vida. Así que
decido aprovechar la coyuntura, me instalo en mi sillón favorito y recorro sus
páginas.
Están
encabezadas con un prólogo de Luis Alberto de Cuenca, donde nos explica que
conoció a Diego en la cafetería Kon-Tiki, que le llamó la atención que tuviera
una moto de gran cilindrada y que una vez se emborracharon juntos. Además, en
el volumen pueden encontrarse varias fotografías (preciosas, por cierto) de
Ouka Leele.
Mi hijo pequeño, quizá sorprendido por la rapidez con la que paso las hojas, se acerca y mira el libro. Luego, me dice: “¿Por qué pone tan pocas palabras en cada página?”. Lo miro con ternura, le acaricio el pelo y le respondo: “Por bondad”.
4 comentarios:
Ja ja, preciso y definitivo.
Guardo un bonito recuerdo y una curiosa anécdota con Ouka Leele...😅😅😅 En fin, me centro. Tu hijo va a ser un gran hombre, tiene de quién aprender.
Besos.
Eres definitivo!
Genial!
"Por bondad"...
Eres genial.
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