Lo he dicho repetidas veces en este Librario, refiriéndome a
ciertos autores: me gustaría incorporar a mi blog todas sus obras. En ese
bloque íntimo menudean los muertos (Shakespeare, Borges, Cortázar, Neruda,
Umbral), pero también un pequeño grupo de vivos, entre los que se encuentra
Manuel Moyano, del que hoy sumo su tomo Aventuras
del piloto Rufus, compuesto por cuatro episodios en los que el protagonista
tiene que enfrentarse con todo tipo de curiosidades: una zona difícilmente
localizable en los mapas, en la cual se van reuniendo por efecto de un puente
de Einstein-Rosen todas las criaturas que se extravían por el mundo (“La Isla
de los Niños Perdidos”); un asombroso descubrimiento que efectúa Rufus tras
pilotar un avión del ejército a velocidad Mach 4 y llegar al punto donde nace
el arco que custodia Heimdal, hijo de Odín (“La Fábrica del Arcoíris”); la
ingrata búsqueda subterránea que emprende, acompañado por el coronel Cornelius,
en busca de unas gigantescas ratas cleptómanas (“Odisea en el Planeta Basura”);
o las peripecias tragicómicas que sorprenden a quienes comprueban en sí mismos
los efectos de una máquina alucinante, inventada por la doctora Doris (“La
Máquina de Adelgazar”).
¿Que si he disfrutado mucho con este libro? Por supuesto que sí. ¿Que si creo que ustedes lo harían también? No me cabe la menor duda. Así que déjense llevar por el niño que llevan dentro, despójense de almidones, siéntense en el suelo en un cojín y permitan que el brujo Manuel Moyano los envuelva con su magia narrativa. Me van a agradecer el consejo.
1 comentario:
Lo de las ratas cleptómanas me ha dejado espeluznada...o sea, que me lo llevo 😉💋
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