martes, 8 de junio de 2021

Memorias


Sentía mucha curiosidad por las Memorias de Katia Pringsheim, esposa del escritor Thomas Mann, así que cuando por fin he podido localizarlas (una austera edición de Plaza & Janés, con traducción de Juan Godo, que se acerca al medio siglo de antigüedad) las he leído con auténtico interés.

En sus páginas he descubierto un buen muestrario de anécdotas sobre el gran narrador germano: que profesaba un notable cariño por Hermann Hesse (p.42); que no sintió demasiada admiración por Stefan Zweig, cuyo talento no apreciaba (p.43); que era un buen intérprete de violín (p.48), que el personaje de Gustav Aschenbach (La muerte en Venecia) está inspirado físicamente en Mahler (p.71); que escribía con extraordinaria lentitud, y que si lograba componer dos páginas en un día se consideraba un hombre dichoso (p.85)… A su vez, Katia nos aporta también otras jugosas informaciones, más relacionadas con su persona o con sus emociones que con su marido: que ella era quien se encargaba de negociar con los editores, porque Thomas era muy despistado para esos asuntos; que le llamó la atención que durante la comida que se celebró con motivo del premio Nobel al rey de Suecia se le sirviera en vajilla de oro y a los galardonados en vajilla de plata; o que la triste historia de La engañada (aquella novela que leí en mi juventud y que me encantó) tiene un fondo real, que ella le contó a su esposo.

En suma, unas páginas deliciosas que completan la visión que podíamos tener del autor de La montaña mágica y sus relaciones con Arnold Schönberg, Charles Chaplin, Albert Einstein o Bertolt Brecht.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Siempre traes, Ruben, a tu blog unas lecturas sorprendentes y la mar de interesantes. Me encanta Thomas Mann y me gustaría saber de su vida personal. Así que tomo nota.
Muchísimas gracias.
Un abrazo