¿Por qué
nos producen tanta fascinación las grietas, las cavernas, los espacios oscuros
que se esconden en las montañas, en los desiertos, en el fondo de los mares? ¿Por
qué tantas personas se han sentido impulsadas a penetrar en ellas, poniendo
incluso en peligro sus vidas? El investigador Juan Gómez, ganador del III
Premio Enigmas con este libro que ahora publica el sello Luciérnaga, trata de
explicarnos sus ideas al respecto. Y lo hace con un recorrido francamente
espectacular por las cuevas de todo el mundo y por los mil usos y misterios que
las mismas esconden, que nos llenan de asombro por su variedad.
Este
paseo comienza, como es lógico, en las cuevas del Paleolítico, decoradas con
dibujos cuyo significado aún no ha sido resuelto por la ciencia, y que a veces
esconden imágenes pintadas en zonas de acceso casi imposible. Nos lleva también
hasta cuevas relacionadas con el pensamiento religioso en todas las culturas
del mundo, incluidas Lourdes o Fátima; pero igualmente a aquellos sitios que se
erigen en portales de acceso a lo demoníaco, como el volcán Masaya, las
cavernas que conducían al Xibalba de los mayas, la cueva del Diablo en
Salamanca o la entrada del Averno que descubrió el arqueólogo norteamericano
Robert Paget cerca de Nápoles en 1960.
Igualmente
nos conducirá hasta Islandia, para contarnos con todo detalle la tenebrosa vida
de Axlar-Björn, único asesino en serie en la historia de su país, cuya hacha
(considerada maldita por los lugareños) anda oculta en una cueva, sin que nadie
haya sido capaz de encontrarla desde el siglo XVI. O nos aproxima hasta lugares
donde se celebraron ritos iniciáticos de estirpe masónica o incluso horrendos
sacrificios humanos. O nos lleva hasta las cuevas sumergidas de Orda (Rusia) o
los fascinantes agujeros azules que se localizan en los mares de China, entre
otros lugares del mundo. O nos refiere leyendas sobre tesoros que, desde
Granada a Las Hurdes, se encuentran escondidos en cuevas, según rezan las
creencias populares.
Alejándose en todo momento
de las exageraciones y de la afectación mistérica, Juan Gómez se preocupa de
aducir siempre opiniones de expertos académicos, datos numéricos contrastados e
interpretaciones lo más sensatas posibles, esquivando la tentación de lo
fantástico. Eso convierte este volumen en una obra realmente memorable, que
merece ser leída por su rigor y por sus sorprendentes informaciones.
1 comentario:
Ayyyy, es que soy claustrofóbica 😣 no bajo ni a la bodega de casa de mis abuelos...
Besitos
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