sábado, 21 de julio de 2018

Furtivos días



Me he leído un poemario de Adolfo Burriel que lleva por título Furtivos días (Algaida, 2005), al que le concedieron el premio Alegría y que fue publicado con todo lujo y primor... y me encuentro con que es una puñetera mierda. Pero así, sin más, sin paliativos, sin matices. Una soberana mierda pinchá en un palo. Pido perdón por la brutalidad del resumen, pero es que perder el tiempo con libros subnormales me saca de quicio.
Son una especie de haikús gilipollas, sin brillantez y sin pies ni cabeza, donde el sentido no aparece por sitio alguno y donde uno tiene la constante sensación de haber sido estafado por el autor, por el jurado, por la editorial y por la madre que los parió a todos juntos. El único detallito que se salva está en la página 61, y son tres versos que dicen así: “Puertos / donde la mar / nos deja sus ciudades”. La inversión (que sea el mar quien regala las ciudades a la costa) es hermosa, pero no justifica un libro, ni la hora invertida en la lectura.

En mala hora se me ocurrió.


1 comentario:

Ana Garrido dijo...

De verdad te aplaudo la sinceridad. No he leído el libro, eso que me ahorro, pero visto lo que dices, ni ganas. Algo he cazado por google y aún no me he recuperado de la impresión. Lo que sigue sin caberme en la cabeza, -tonta que es una- es que se premien semejantes bodrios. En fin, cosas de jurados y manejes.