Recorro las páginas de un denso tomo de memorias del
catalano-hindú Salvador Pániker: se trata de su Primer testamento (Nuevas Ediciones de Bolsillo, Barcelona, 2000).
Cosas que me gustan: su desparpajo expresivo y lingüístico, su facilidad para
enlazar sucesos, su análisis quirúrgico de las personas, su gracia para las
anécdotas. Cosas que me desagradan o me resultan lejanísimas: su constancia en
los temas religiosos, su difusa verborrea filosófico-misticoide, la fijación
con su hermano Raimundo. Eso sí: que quiten los “en base a” de las páginas 270, 307 y 360; y la mención de “una editorial del diario Arriba” (p.316). ¿La escena que más me
ha impresionado? Pues aquella en la que, tras contar que se le murió un hijo
por unas paperas que probablemente le contagió él a su esposa, añade: “Fue un
niño que vivió 55 horas. Lo cual, comparado con la vida media de un mesón Pi,
resulta un período bastante considerable” (p.351). Joder, vaya cuajo.
¿Insensibilidad, estoicismo, ironía escocida? Cualquiera sabe. Diré que, en
conjunto, se me ha hecho liviana la lectura y he agradecido el caudal de sus
comentarios.
“Invulnerable ya a fuerza de estar herido”. “Yo, en todas
partes, sólo me reconozco a medias”. “Un místico es, ante todo, alguien que no
cree en nada. Nada que sea simbolizable”. “Un buen maestro es alguien que
contagia la impresión de que lo que está diciendo lo dice por primera vez”.
“Toda espontaneidad es fabricada”. “Los aciertos humanos van por zonas. Cada
cual tiene su terreno de juego”. “Nada que se pueda contar es realmente
secreto”. “Sólo necesita gloriarse a sí mismo quien también se desprecia a sí
mismo”. “Siempre se está en alguna servidumbre; pero hay grados, grados de
lucidez y margen de maniobra”. “Usted ha conseguido la nada despreciable edad
de seguir vivo”.
1 comentario:
¡Woooow,qué libro has traído hoy Rubén! me he emocionado, fue uno de los pocos libros que mi madre tenía en su estantería de la habitación, y mi hermana y yo nos peleamos por él cuando ella falleció ¡Y ninguna lo habíamos leído! jajaja. Ahora si, ahora ya si.
Un besote.
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