domingo, 27 de agosto de 2017

El incesto y otros relatos



Diez libros lleva publicados en trece años: una cifra más que respetable, que habla con claridad de la infatigable labor escritora de José María López Conesa (1945). Su última entrega se titula El incesto y otros relatos, la publica la editorial Tirano Banderas y está formada por la asombrosa cantidad de treinta y ocho historias, que cubren un amplio abanico temático y que, desde la sencillez expresiva, tratan de alcanzar el corazón de sus lectores.
Unas veces nos encontraremos con vidas grises y fracasadas (tanto doméstica como laboralmente) que desembocan en una conclusión explosiva (“El cerrador de botes”); otras, con ingenuas fábulas protagonizadas por niños, que nos instalan en un espacio narrativo de extremo candor (“El guardián del bosque”); otras, en acosos escolares que terminarán sacudiendo a la sociedad (“El negrito de Siria”); otras, con músicos del este que vienen a España para tratar de ganarse la vida con su instrumento y que, entre otras cosas, encuentran aquí el amor (“El violinista callejero”).
En este arco iris de argumentos, José María López Conesa introduce bastantes veces el humor, en distintos grados y con distintas intenciones: desde el recluta gitano que realiza funciones inesperadas en el cuartel (“El soldado calé”) hasta el sacerdote terco que odia la presencia de flores en las bodas que oficia (“Aniceto, el cura endiosado”). Estas gotas de hilaridad contribuyen a que los relatos generen más de una sonrisa en los lectores.
Entre todos ellos me voy a permitir llamar la atención especialmente sobre dos. El primero destaca por su dulzura, está situado en la zona central del volumen, se titula “La abuelidad” y es difícil salir de él sin sentir un nudo en la garganta. El segundo es un relato de intensa calidez humana y, aunque su título ya avanza parte del espíritu que lo anima (“Mi amigo marroquí”), prefiero dejar en sus manos el descubrimiento de la historia que cobija.

Tras cuatro años de silencio editorial, López Conesa vuelve a los escaparates de las librerías. Es una hermosa noticia.

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