Hace ya
bastante tiempo que procuro no leer, por la saturación que me produjo atiborrarme
de libros, películas, memorias y documentales para la escritura de mi novela El globo de Hitler, obras relacionadas
con la Segunda Guerra Mundial o con el nazismo. Pero cuando llegó a mis manos
el libro Los niños de Belzéc, de
Víctor M. Mirete (Malbec Ediciones) entendí que no resultaba descabellado
aceptar una excepción y me sumergí en sus páginas.
Tuve
acceso entonces a la agencia FMP Investigadores, formada por Miguel, Patrick,
Pascal y, sobre todo, Frédéric Poison. En esta ocasión (se trata de la segunda
entrega de la saga, según indica la cubierta), el asunto que los pone en
movimiento no puede ser más inquietante: tras la derrota de Hitler y el inicio
del juicio de Nuremberg se están produciendo secuestros de antiguos nazis que
tienen un nexo en común: todos estuvieron vinculados al campo de exterminio de
Belzéc (situado al sudeste de Varsovia), donde más de cuatrocientos mil
prisioneros encontraron la muerte. Pero a estos secuestros se unen los
secuestros de sus hijos, que siembran de perplejidad a los investigadores. ¿Qué
personas están ejecutando estas acciones? ¿Por qué dirigen su odio hacia unos
niños que, en principio, ninguna culpa atesoran? ¿Quién es el misterioso “Juez”
que parece encontrarse detrás de la operación?
Me van a
permitir que lo deje en ese punto y que les invite a viajar hacia el período
histórico que va desde 1942 hasta 1948, donde todas las hebras del relato se
desarrollan y van relacionándose entre sí, para que lo descubran por ustedes
mismos. Ya me dirán qué opinan, tras la lectura.
1 comentario:
Gracias Rubén por adentrarte en el convulso mundo de Frédéric. Es un honor que autores de tu categoría paladeen las páginas de mis pequeñas historias. Gracias!!
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