Anoto hoy la lectura de las Máximas, pensamientos, caracteres y anécdotas, de Chamfort, en la
traducción de Antonio Martínez Sarrión (Península, Barcelona, 1999). Había
leído en muchas ocasiones juicios sobre este autor francés, y hasta algunos de
sus aforismos, pero no había entrado ampliamente en su obra. Lo hago ahora, y
no me defrauda: tiene destellos de auténtica genialidad. Lo malo de este tipo
de libros, para mí, es que adolecen de dos circunstancias enojosas; la primera,
que me privan del soberano placer de descubrir por mí mismo las frases más
bellas o memorables de una novela, de una obra teatral o de un poemario,
aislándolas de su entorno, quizá más grisáceo; y la segunda, que pueden llegar
a acumular tanta sabiduría y tanto tino expresivo… que lleguen a fatigar por
acumulación. Pero en fin. Ya puedo decir que he leído, profunda y seriamente, a
Chamfort.
“Temo morir sin haber vivido”. “Los éxitos hacen perder el
tiempo”. “Un hombre honesto debe obtener la estima pública sin haberlo previsto
y, por así decirlo, a pesar suyo. Quien se dedica a buscarla, revela su
estatura”. “La pérdida de las ilusiones supone la muerte del alma”. “Se echa en
falta la pereza de un malvado y el silencio de un tonto”. “La razón es un mal
necesario”. “La ambición prende en las almas pequeñas con mayor facilidad que
en las grandes”. “De todas las jornadas, la más desaprovechada es aquella en
que no hemos reído”. “Existen dos cosas a las cuales hay que hacerse, so pena
de encontrar la vida insoportable: las injurias del tiempo y las injusticias de
los hombres”. “Es más fácil legalizar ciertas cosas que legitimarlas”. “La
falsa modestia es la más decente de todas las mentiras”. “Cuando en el mundo se
desea agradar, hay que resignarse a dejarse enseñar muchas cosas, que se saben,
por personas que las ignoran”. “Goza y haz gozar, sin dañarte a ti o a los
demás; a esto se reduce, creo yo, toda la moral”. “La mayor parte de los libros
del presente tienen el aire de haber sido escritos en un día, con los libros
leídos la víspera”. “Lo que comporta el éxito de buena cantidad de obras es la
relación que se establece entre la mediocridad de las ideas del autor y la
mediocridad de las ideas del público”. “Los éxitos producen éxitos, como el
dinero, dinero”. “Los pobres son los negros de Europa”. “Se gobierna a los
hombres con la cabeza. No se juega al ajedrez con buen corazón”. “El hombre
desembarca novicio en cada edad de la vida”.
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