Cuando ya resultaba muy difícil elegir, porque
estaba casado y era padre, el poeta Pedro Salinas conoció a Katherine Reding,
una alumna de la que se enamoró instantáneamente y con la que vivió sensaciones
que lo llevaron a redactar La voz a ti
debida y Razón de amor, sus dos
libros mejores. Fue una pasión secreta (quizá todas las grandes pasiones son
secretas) que iluminó sus días durante una época (1932-1947), llenándolo de
ilusiones, felicidad e impulsos creativos; y que, como el mismo Salinas previó
en sus poemas más realistas o resignados, se acabó disolviendo en la nada. Era
un amor imposible (quizá todos los grandes amores son imposibles) y los meses y
los años luchaban en su contra. Katherine Reding, más sensata que el escritor o
tal vez empujada por una mayor dosis de conformidad o amargura, levó anclas de ese
puerto cuyas aguas quietas comenzaban a pudrirse y contrajo matrimonio con otro
hombre, pasando así a convertirse en Katherine Whitmore. Los dos barcos, en
alta mar (poeta y amada) se alejaban el uno del otro.
Ahora, buena parte de aquella larga historia tristísima,
real, encendida y gozosa, aparece en estas 151 cartas que la editorial
Tusquets, bajo el cuidado de Enric Bou, ofrece a los lectores españoles, tras
muchos años de permanencia muda en los archivos de la universidad de Harvard. En
ellas vemos a un Pedro Salinas entusiasta, juguetón, febril, que emplea
diminutivos adolescentes para dirigirse a su amada y que se desespera, también
con ansiedad adolescente, por la tardanza o la brevedad de sus contestaciones.
Le dice a Katherine que no ha de albergar sentimientos de culpa por este amor (“Lo
que a ti te doy a nadie se lo quito”), que las dificultades ayudan a sublimarlo
y poetizarlo (“Me querías con la mirada. No podías quererme con otra cosa”) y
que nada conseguirá diluir en el futuro la belleza de ese don (“Ya nadie me
podrá quitar esta cosa tan grande en la vida: haber encontrado un alma así, y
que me haya querido, que me quiera”).
Un libro delicioso, dulce y terrible que nos
desvela el epistolario íntimo y secreto de quien fue, con el permiso de Pablo
Neruda, el mejor poeta amoroso en español del siglo XX. Si alguna vez ha amado
usted de verdad, léaselo.
2 comentarios:
Hermosa reseña. Sólo mi hermano Rubén puede firmarla
Pues tomo nota. Conocía "La voz a ti debida", pero no esta. Iba a decir que es una hermosa reseña, pero ya lo ha dicho Pascual.
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