Es probable que algunas de las personas
que tienen la amabilidad de seguir esta página se hayan percatado de que no
suelo dedicarme con demasiada frecuencia en ella a los libros juveniles. Y si
algunas de esas personas saben que mi profesión es la de profesor de literatura
en un instituto quizá les choque un poco ese vacío. Empezaré, pues, aclarando
ese extremo. Soy lector ocasional, pero constante, de literatura juvenil. Entre
otras cosas, para saber cuáles son las tendencias, estilos, técnicas y
temáticas que interesan a mis alumnos. No creo que se pueda enseñar literatura de
forma razonable a los adolescentes sin preocuparse de qué cosas les llaman a
ellos la atención. De ahí que Care Santos, Jordi Sierra i Fabra, Joan Manuel
Gisbert, Laura Gallego o Stephenie Meyer formen parte de mis estanterías. Pero
es verdad: no suelo traerlos a esta página.
Hoy rompo la tendencia por una razón
simplicísima: he leído un libro que me ha parecido formidable. Se titula El año de la venganza, lo ha publicado
el sello Edelvives (uno de los grandes) y su autora es murciana. Se llama
Antonia Meroño y el libro que nos ocupa es su primera novela. De ahí que la
sorpresa sea aún mayor, porque no se aprecian en sus páginas vacilaciones de
bisoña, ni trucos manidos de manual, ni altibajos estilísticos o argumentales.
La obra es sólida de principio a fin. Y se construye con una técnica tan
sencilla como irreprochable: la analepsis. Así, desde la página inicial nos
encontramos con Valentina, hija de padres divorciados, que comienza a recordar
la historia que nutrirá este libro... Su madre era jefa de estudios de un
instituto y ella, repetidora de 4º de ESO, se vio obligada a estudiar allí,
aunque no lo deseaba en absoluto. Sus condiciones
objetivas (digámoslo de esa forma) no eran desde luego las más adecuadas
para integrarse en un nuevo centro: exceso de peso, piercings más bien
aparatosos, escaso interés por las relaciones sociales... Todo se confabulaba
para que no terminara de encajar. Pero como el Destino a veces se complace en
jugar con nosotros como lo haría un gato con un ovillo de lana, he aquí que
aparece en su misma aula una chica llamada Albertina, que no puede ser más
estrafalaria: acude a clase con una maleta, se viste con ropas llamativas de
estilo hippie... y es capaz de adivinar las preguntas que terminarán saliendo
en los exámenes.
A partir de ese momento, el curso se va
desarrollando por cauces más bien extraños y con ingredientes no siempre
fáciles de digerir: un conserje que tiene una actitud variable frente a
Valentina y el resto de alumnos (oscila entre la simpatía y los ademanes
violentos); un profesor de matemáticas de lo más maniático (y eso que es la
asignatura favorita de la narradora); una profesora de física que es incapaz de
mantener el mínimo de disciplina en clase y que es sistemáticamente saboteada por
los típicos graciosos de turno; y por fin, para quebrantar del todo la
atmósfera que rodea a profesores y alumnos, la misteriosa desaparición de dos
chicos, que pone patas arriba a la comunidad. Valentina, metida casi por
sorpresa a detective improvisada, supone que la responsable de estos secuestros
tiene que ser la doctora Aguirre, la quebradiza profesora de física (a la que
los dos chicos en cuestión ocasionaron en el pasado un grave daño emocional
relacionado con su gato). Pero no tiene pruebas determinantes...
En esta novela de Antonia Meroño todos
los elementos funcionan, porque sobre todos ellos se ha operado con mesura y
con inteligencia una sabia alquimia: los personajes, que responden a seres
auténticos (basta con acercarse a cualquier instituto y podrán ustedes verlos);
las acciones, que jamás ingresan en la extravagancia; y el lenguaje, que se
adapta maravillosamente al público al que está enfocada la obra, sin que
chirríe por su altura ni abochorne por su ramplonería. No estamos, pues, ante
una autora casual, sino ante alguien que maneja los hilos narrativos y
psicológicos con perspicacia y con solvencia. Realizar apuestas siempre es complejo
en el ámbito de la literatura; pero yo, viendo las condiciones de El año de la venganza, apostaría por
esta autora sin dudarlo.
4 comentarios:
Suena diferente (para bien) a la literatura juvenil de estos días. Ya solo con que no haya vampiros, hombres lobo ni demás rarezas se la debería tener en cuenta.
Hola, a mi me han regalado el libro hace poco, me lo devoré en una noche...está genial;tanto la trama como los personajes.Lo que me gusta mucho de la autora es que no te lía con detalles como del tiempo del espacio sino que lo simplifica bastante...me gustaría leer libros por el estilo, soy un lector juvenil de 14 años...asi que quisiera saber si podrías recomendarme algunos libros porfavor...para que no me recomiendes los que ya me he leído te los digo:
-Memorias de Idhún
-Harry potter
-Eragon,Eldest,Brisingr y El legado(fenomenales)
-El 5º día
-El nombre del Viento
-El temor de un hombre Sabio
-Crónicas de la torre
-El señor del Zaap
-El centro del zink
-El castillo viajero
y muchos otros que no me acuerdo ahora...en general me gusta el género de fantasía pero "El año de la venganza" me ha cautivado por el misterio que entrama... Gracias y un saludo :))
Luigi, creo que podrías probar con "La criatura del bosque", de Pedro Riera (Edebé). A mí me pareció una excelente obra juvenil, que puede leer un adulto sin problemas... Un
Antonia meroño ha escrito mas libros, sigue viva?
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