sábado, 27 de julio de 2024

Una letra femenina azul pálido

 


Nadie podría levantar la mano si se pidiera que la alzara quien no acumule errores en su pasado, porque todos (y todas) hemos protagonizado algún hecho que nos avergüenza recordar o hemos tomado decisiones que, pareciéndonos entonces las más adecuadas, ahora nos provocan lágrimas o bochorno: proteste quien se crea libre de esa ciénaga interior. En esa lista ominosa queda incluido, cómo no, el importante funcionario Leónidas, quien a sus cincuenta años es jefe de sección en el Ministerio de Educación y Cultura, en Viena. Con unos orígenes pobres (no empezó a levantar el vuelo hasta que heredó un elegante traje, propiedad de un amigo judío que se suicidó en plena juventud), Leónidas logró enamorar a una integrante de la familia Paradini (“esa familia de millonarios snobs y presumidos”, p.36), la hermosa Amelie, doce años menor que él. Pero tal vínculo de amor e interés no ha terminado de hacerlo feliz (“El hecho de que contra viento y marea se empeñara en casarse con el funcionario subalterno que yo era por entonces, no fue sino la extravagancia de una joven mimadísima cuyos deseos debían cumplirse a rajatabla. El que tiene, obtiene. Y es indudable que yo he pasado a ser propiedad de Amelie”, p.38).

Justo ahora, cuando acaba de cumplir el medio siglo de vida, recibe una enorme cantidad de cartas de felicitación, pero entre ellas destaca una, que está escrita con una letra femenina de color azul; y el notable ciudadano palidece, porque sabe que la autora de la misma es Vera Wormser, con la que engañó a su esposa al año de haberse casado y de la que se distanció, por cobardía o desinterés, seis semanas más tarde. Y después de leerla vuelve a palidecer, porque parece deducirse de sus líneas que ella le habla del presunto hijo que concibieron en aquel espacio de días apasionados y fugaces. Descubrimos en ese instante que el amantísimo esposo y respetado gestor público se ha permitido demasiadas liviandades durante su etapa de casado (él declara, con cinismo machista, que “fuera del apasionado episodio con Vera sólo podía reprocharse entre nueve y once aventurillas irrelevantes perpetradas durante su matrimonio”, p.28); y descubrimos también las maniobras que ejecutará para, en secreto, verse con la antigua amante y aclarar el asunto.

Espléndido retrato sobre la sociedad antisemita de la época (en Alemania se está incubando el huevo atroz del nazismo, mientras que en Viena procuran mirar con disimulo hacia otro lado) y espléndido retrato sobre las galerías más miserables del interior del ser humano, esta novela de Franz Werfel no puede ser tildada sino de extraordinaria. Búsquenla.

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