sábado, 24 de marzo de 2018

Sacristanes y proxenetas




Recuerdo que, allá por 1998, entré a la emisora de radio Onda Regional de Murcia para participar como crítico en un programa de literatura, y me presentaron a un profesor de filosofía que, tímido y desconocido, aguardaba allí para ser entrevistado por la publicación de su libro Sacristanes y proxenetas, una novela con la que obtuvo unos meses antes el accésit del premio Vargas Llosa, y que acababa de ser publicada en el sello Libertarias.
Ahora, veinte años después, releo aquellas páginas con la misma satisfacción con la que entonces lo hice. La obra nos narra las peripecias de Colomer, un profesor de filosofía que se ve envuelto a su pesar en una serie de crímenes donde interviene una secta de católicos ultramontanos, y en la que parecen estar enredados otros poderes fácticos. Contiene un buen manojo de escenas divertidas (esa descripción de los libros que hay en la biblioteca del casino de Murcia, cap.I; la jocosa manera en que se libra de unas pesadas proselitistas religiosas en un bar, cap.III; la huida que el protagonista tiene que ejecutar, desnudo y por un balcón, para evitar que lo capturen unos asesinos, cap.IX; o el exabrupto dirigido a un carpintero maloliente y maleducado, que ni siquiera se entera, cap.X), así como auténticas perlas líricas (“Los dátiles maduros colgaban como lágrimas amarillas de las palmeras”, p.71) y parlamentos de una ironía incendiaria (“En los períodos más decentes de la historia de España, hasta las amas de casa sabían cuál era el procedimiento más indicado para descuajaringar a su párroco. Hoy día, sin embargo, es difícil saber cómo se puede matar a un cura, porque ese sano ejercicio ya no lo practica casi nadie”, p.157).
Si no conocen la obra les aconsejo que se acerquen hasta ella. Van a disfrutar del humor, de la prosa y del atrevimiento de un narrador magnífico.

1 comentario:

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Te tomo la palabra, me acercaré a conocerla 😉