Escribir
para niños y jóvenes no es tarea en absoluto sencilla porque, como muy bien se
ha indicado, este grupo constituye el segmento más crítico de la masa lectora:
jamás maquillan su decepción con afeites moderados; jamás incurren en el elogio
cortés; jamás renuncian a decir en voz alta su verdad. Por tanto, quien ose
presentarse ante ellos con una novela se arriesga a enfrentarse con el público
más exigente y sincero.
Carlos de
la Fé lo hizo en La Cofradía de la Luz de
Gas, que obtuvo en 2011 el premio Francisco González Díaz de novela juvenil
y que fue publicada por Anroart Ediciones en 2013. En estas simpáticas páginas
nos encontramos con María del Pino, una niña que se ve forzada a pasar unas
vacaciones veraniegas en la Villa de Teror, en la casa de sus abuelos, y que se
verá envuelta allí en unos extraños sucesos. Años atrás, la iglesia local
sufrió un espectacular robo, que supuso la desaparición de todas las joyas de
la Virgen, sobre todo una rana de oro con cuatro esmeraldas que donó al templo,
en 1691, doña Luisa Antonia Trujillo y Figueroa. Pero ahora, tras leer una
vieja carta dirigida a su abuelo, la niña comienza a sospechar que dicha rana
podría haber sido robada por alguien de la familia.
Con la
ayuda de algunos niños de Teror (Néstor, Jacinto, Anita) comenzará sus
investigaciones, que la llevarán a un descubrimiento más que sorprendente.
Ágil en
las descripciones, fluido en la composición y certero en los diálogos, Carlos
de la Fé logra una novela muy estimable, que se lee con agrado y que deja un
estupendo sabor de boca.
2 comentarios:
Este me encanta!!! Es una pena que no existiera en mis tiempos, hubiera movilizado y revolucionado a todos mis primos...
Gracias de nuevo, Rubén. Estar en tu blog hace tiempo que ya se ha convertido en un honor.
Comparto plenamente el comentario de La Pelipequirroja: A mí también me hubiera encantado vivir las aventuras de Mapi & Cía.
Un abrazo cordial,
Carlos
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