Reconozco que, cuando comencé las primeras páginas
de La espalda del círculo, de Alfonso
Vallejo, una sensación de intriga teatral y de complacencia lectora me fue
ganando con rapidez. Estaba en el embarcadero, junto a la hermosa Helga,
dispuesto a subir con ella al “Río de la Caoba ”. Luego llegó Coburn y se fue desarrollando
entre ellos un diálogo fascinante, en el que quedaba claro que ambos tenían la
misma misión: descubrir a bordo del barco fluvial si el nuevo jefe de la
muchacha, Klausner, es en realidad Frank Stender, al que quieren identificar y
eliminar.
Pero este punto de partida, que prometía una acción
magnética y un desarrollo dramático lleno de interés, se fue diluyendo
lentamente: diálogos que giraban en direcciones confusas o que se volvían repetitivos,
personajes innecesarios e incluso patéticos (como la voz del capitán del
barco), figuras que quedaban como de cartón piedra (el camarero Moltke) y, en
general, una sensación de desperdicio temático que me resultaba irritante. Lo
que podía haber sido una pieza densa sobre la culpa, sobre el amor o sobre el
perdón se malbarata en un fuego pirotécnico de mediana intensidad.
Una pena.
1 comentario:
La tengo desde hace tiempo y no la he leído, me la dejé en la casa familiar y por allí seguirá...mira, me lo anoto para que no se me olvide buscarla.
Gracias por traer de nuevo una joyita!
Un beso, Rubén.
Yolanda.
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