Las más
fértiles historias infantiles de todos los tiempos (pensemos en Peter Pan,
Pinocho, Alicia y otras por el estilo) esconden en su seno una lectura doble o
múltiple, que las vuelve sorprendentes o inquietantes: desde el contenido
sexual larvado de Caperucita hasta el trasfondo alquímico de Blancanieves. De
ahí que su vigor narrativo o psicológico no se reduzca con el paso de los años,
sino que se encuentre en constante ampliación, ofreciendo matices que el niño
no percibe y que para el adulto son más que evidentes, a poco que reflexione
sobre ellas.
La
londinense Lucy Clifford (1846-1929) nos ha dejado algunas muestras sin duda
magníficas de esta tendencia, de las que puede servir como ejemplo La nueva madre, que la
editorial Traspiés acaba de presentar en España, traducida e ilustrada por el
novelista leonés Federico Villalobos. La historia que nos traslada es tan
sencilla (aparentemente) como removedora. Estamos en una casita cercana a un
bosque de abetos. Allí vive una familia formada por una madre, dos hijas
pequeñas y un bebé. El padre se encuentra lejos, navegando por alta mar. Un
día, mientras visitan el pueblo para comprobar si tienen carta, las niñas
encuentran a una adolescente de aspecto desgreñado que porta un instrumento
musical al que llama zímpano, el cual cobija en su interior unas figuras
danzantes. Pero, aunque las niñas sienten una extraordinaria curiosidad por
esas figuras, la muchacha se niega a enseñárselas, con la excusa de que son
niñas buenas. Solamente lo hará si se portan mal. Ellas, al principio, se
niegan a cumplir ese requisito (y más cuando su madre les dice que, en caso de
que se vuelvan malas, tendrá que abandonar la casa y dejarlas en manos de una
madre nueva, que tiene los ojos de cristal y un rabo de madera); pero finalmente
sucumben. El pánico surgirá cuando comprueben que su madre, con todo el dolor
de su corazón, cumple su palabra y se va. Y llega la misteriosa, terrible,
inquietante mujer de los ojos de cristal y el rabo de madera, con el que
destroza la puerta para entrar en la casa.
Pocas
veces he leído una historia tan turbadora, tan desasosegante y con un final tan
turbio, sujeto a muchas discusiones psicológicas. No cabe duda de que la
publicación de este relato aterrador y cenagoso es un acierto (uno más) de la editorial
Traspiés.
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