Leo a G.K. Chesterton, dentro de su volumen El escándalo del padre Brown, que me
traduce F. González Taujis (Reno, Barcelona, 1982), y el resultado global es bastante
digno. Aunque en ciertos escalones de su obra evidencia los trucos del género,
no sería justo dejar de reconocerle una fina habilidad literaria, que empapa todos
sus relatos: unas buenas descripciones paisajísticas, notables despliegues
fisiognómicos, aceptables hilazones lógicas, etc. Los relatos de este tomo
titulados “El hombre verde” y “La persecución de Mr.Blue” son los que
más desfavorablemente me han impresionado. En “La ráfaga del libro” me he sentido, desentrañando su final,
relector de Borges, con una sonrisa blanda y complacida en los labios. Sonrisa
que, por mágica destilación de Chesterton, se ha sublimado con la genial ironía
victoriana que cierra su cuento “El
crimen del comunista”, de título ambiguo y despistador. “El problema insoluble” es un buen
relato llevado con mano maestra en todos sus extremos: la tensa presentación
del enigma, el agudo urdimiento de sus incongruencias, la brillantez deductiva
del padre Brown, y su inesperada solución, donde queda claro que G. K.
Chesterton reserva para el final la gota mejor de su alambique, el mejor
producto de su alquimia.
Anoto algunas de las frases que he subrayado en el
volumen. “Odio la novela (...) esa droga infernal”. “No hace falta intelecto
para ser un intelectual”. “La única cosa difícil es cometer un crimen sin
convertirse uno mismo en un criminal”.
1 comentario:
Tengo la misma edición... He recordado según te iba leyendo pues apenas tenía flashes de ella.
Tendré que releer viejos libros más a menudo.
Besos 💋💋💋
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