domingo, 8 de junio de 2025

A la orilla del río de los sucesos

 


He leído varias veces (pero nunca he podido localizar tales palabras en ninguno de sus libros) que José Ortega y Gasset consideraba a Salvador de Madariaga un “tonto en cinco idiomas”. Si la cita es auténtica, me permitiré la cortesía de no opinar sobre ella. Pero sí que comentaré la buenísima impresión que me ha dejado la lectura del volumen A la orilla del río de los sucesos, donde se reúnen artículos periodísticos y ensayos del diplomático y escritor coruñés. Siguiendo un método que, paradójicamente, se acerca al sugerido en El espectador, Madariaga se aproxima a los hechos que fueron acaeciendo en el mundo y nos traslada sus reflexiones sobre ellos.  “¿Yo? Aquí, en la orilla. ¿Los sucesos? En su cauce. ¿El tiempo? Corriendo, sin exagerar. Todo en regla. A escribir…”, nos dice en la página 7 del tomo. Y ciertamente que lo hace con sensatez y buen juicio, hasta conformar un libro inteligente, sosegado, respetuoso y de gran valor, que nos invita a reflexionar sobre algunas cuestiones cruciales, como el colonialismo, que mantiene todavía demasiados tentáculos sobre África; sobre el racismo, auténtica lacra que le horroriza; sobre el necesario diálogo entre los pueblos; sobre el respeto a todas las lenguas del país (insiste en que se fomente el estudio y manejo de catalán, gallego y vasco en todas las universidades de España); sobre la pugna terrible entre fascismo y comunismo (en medio de la cual “el hombre que piensa por cuenta propia es el enemigo de ambos”, como anota en la página 127); sobre la ceguera que supone seguir idolatrando a la Unión Soviética, una vez conocidos sus atroces, continuos e impunes crímenes, no comparables a los de ningún otro país (“Una cosa es el mal que se comete por infracción del sistema y otra el mal que se comete por aplicación del sistema”); sobre la medicina de su tiempo (sin eludir su opinión sobre la homeopatía); y sobre varios temas igualmente curiosos e interesantes, como los premios Nobel o los ordenadores (en los que advierte, de forma temprana, su condición de elementos revolucionarios).

¿Tonto en cinco idiomas? No me lo ha parecido, en verdad. Antes bien, creo que se trata de una mente lúcida, cuyas ideas he seguido con interés.

1 comentario:

José Luis dijo...

Un libro interesante. Yo de Madariaga prefiero "El auge y el ocaso del imperio español en América", un ensayo magnífico.