Un
anciano que ha entrado en la décima década de su existencia decide dictar (sus
ojos ya no le permiten escribir por sí mismo) una larga carta dirigida a su
bisnieta Matilda. En ella, le resume su vida con la voluntad tierna de que
cuando sea adulta (y él ya no exista) lo conozca mejor. Y Carlos Mayor traduce
la obra del italiano, para que quienes ignoramos esa lengua la podamos leer.
Le
explica el anciano, por ejemplo, que a los diez años estaba fascinado con la
figura de Mussolini; pero que después “poco a poco, empecé a hacerme comunista
en pleno régimen fascista” (p.25), ideología que ha mantenido siempre, a pesar
del desconsuelo que le produjo descubrir “el daño y el horror provocados por el
comunismo estaliniano” (p.53). Le explica que ha sido siempre una persona terca
y hasta cierto punto lenguaraz, lo que le deparó no pocos disgustos (“Sentirme
sometido a una disciplina cualquiera, quedarme callado cuando tenía algo que
decir o no rebelarme ante lo que me parecía un sistema erróneo eran cosas que
me resultaban imposibles, no formaban parte de mi naturaleza”, p.44). Le
explica que el día de su boda, por culpa de un exabrupto que le dirigió a su
pareja, esta le propinó la primera y última bofetada de su vida, causando una
carcajada general entre todos los asistentes a la ceremonia. Le explica que
disfrutaba mucho cuando sus nietas se metían debajo de la mesa de su despacho y
no lo dejaban trabajar (“Tú no eres escritor, tú eres corresponsal de guerra”,
p.71). Le explica su tristeza por haber asistido al “fracaso, o el fracaso
relativo, de la Unión Europea” (p.96). Le explica, en fin, que estuvo a punto
de morir en una balacera organizada por la mafia… Y después, para finalizar su
carta, el nonagenario le pide a su bisnieta que viva con honestidad su propia
vida, que se refugie siempre en la valentía y en la verdad, y que tenga ideales
que la sostengan.
“Y ahora háblame de ti”: con esas palabras termina la carta, cuyo autor (se me ha olvidado comentarlo antes) es el famosísimo Andrea Camilleri.
1 comentario:
He leído varias novelas del Comisario Montalbano y he estado en alguna de las ciudades sicilianas que aparecen en estas novelas. Me encanta Camilleri. Por eso creo que disfrutaría leyendo esta especie de memorias o autobiografía (¿no es así?) del propio escritor. Tomo nota. Siempre lees cosas muy interesantes, Rubén. Agradezco mucho tus recomendaciones.
Un abrazo
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