miércoles, 12 de junio de 2024

El legado de Hipatia

 


Sabemos que ciertos personajes de novela están más vivos que muchas de las personas con las que nos tropezamos por la calle. Igualmente sabemos que los libros pueden ser misteriosos, y sorprendentes, y mágicos. Que pueden intrigarnos, hacernos viajar, proponernos enigmas y perturbar nuestras seguridades, lanzando nuestra fantasía hacia fronteras insospechadas. Vicente Muñoz Puelles, en su relato El legado de Hipatia, nos ofrece una historia que participa de todas esas brujerías deliciosas: un escritor insomne está redactando una novela sobre Hipatia, mujer erudita de Alejandría que no goza del respeto del patriarca Cirilo, ni tampoco de los cristianos eminentes de la ciudad, porque esa mujer “enseñaba a razonar, a cuestionar las verdades establecidas. Ellos preferían un pueblo sumiso, crédulo, ignorante” (pp.15-16). Pero la confección de esta obra narrativa obliga a Muñoz Puelles a consultar un viejo ejemplar de la Alejandría de E. M. Forster, heredado de su abuelo. Y ahí comienza la auténtica aventura, porque el escritor advierte que los libros de su biblioteca parecen tener vida propia: vuelven solos a su sitio de la estantería (ansiosos por compartir la balda con sus iguales), se dejan caer al suelo cuando quieren llamar la atención, etc. Los libros se revelan entonces como seres vivos, dotados de sentimientos y voliciones, ahí donde las fronteras entre la realidad y la ficción ya no existen, o están desdibujadas por la niebla del fervor. Su abuelo, lector quijotesco, entusiasta y voraz, le transmitió la pasión por los libros (“Leía desde que se despertaba por la mañana, mientras desayunaba en el comedor y luego en la biblioteca. Leía en el lavabo y hasta en la bañera, donde había instalado una especie de atril. En plena gula literaria leía durante el almuerzo y durante la cena. Leía hasta que le vencía el sueño y entonces seguía soñando con libros, con historias y con caudalosos ríos de palabras”, p.31). Un día, se declara un incendio en la biblioteca del escritor protagonista, y la situación no acaba en desgracia merced a una intervención fantasmagórica, que da color y fantasía a las últimas líneas del texto.

Muy agradable lectura.

1 comentario:

Tere Heiss dijo...

Hola. Quiero expresar mi gratitud por el increíble esfuerzo y la dedicación que demuestran en este blog. La profundidad y el rigor de sus artículos son verdaderamente excepcionales. Aprecio especialmente la forma en que logran reseñar los temas de manera sencilla y comprensible. Su compromiso con sus lectores es inspirador. ¡Gracias por compartir su conocimiento!