viernes, 7 de marzo de 2025

Reversibles



Muchas veces, he contado que mi única ocupación constante y feliz desde muy joven ha sido la lectura. Lectura sin pautas, sin orden, sin propósito: el puro gusto de conocer novelas, cuentos, obras de teatro, poemas, ensayos; del pasado o del presente; de mi país o de otros. Es una aventura avariciosa e insaciable que me ha impregnado desde hace más de cuatro décadas y que no tiene visos de frenarse o de admitir clausura. Y en ese viaje he tenido la suerte de descubrir algunas voces que, escribiendo lejos de mí, han viajado hasta mis ojos por obra del azar y se han convertido en autores y autoras a quienes admiro y me enriquecen la vida: no será necesario añadir una cabalgata de nombres, porque resultaría incompleta. Pero en esa lista se encuentra, desde 2019, Victoria Pelayo Rapado, de la cual he tenido el placer de reseñar Malos días ( https://rubencastillo.blogspot.com/2019/07/malos-dias.html), Lo justo (https://rubencastillo.blogspot.com/2021/06/lo-justo.html) y Orden (https://rubencastillo.blogspot.com/2023/04/orden.html). Ahora, con ilusión renovada, me sumerjo en las páginas de Reversibles (Castilla Ediciones), donde la escritora zamorana reúne ocho historias densas, inteligentes y magníficas, que abordan un abanico de temas absolutamente irresistibles.

¿Se imaginan a un exboxeador que, tras la ruina, vive en las calles y se convierte en observador y protector de una mujer desvalida, a la que libra de un destino aciago? ¿Se imaginan a un grupo de amigos ya maduros que dan en la macabra idea de sumarse al juego de apuntar en un papelito cuál creen que será el primero en morir? ¿Se imaginan a la mujer que, tras el divorcio del vecino, comienza a acariciar la idea, aventurera y quizá insensata, de abandonar a su propio marido? ¿Se imaginan a otra que, harta del mundillo hipócrita en que se mueve su pareja, decide romper todos los protocolos y ponerse el mundo por montera? ¿Y se imaginan cómo actúa la que, de forma tan salvaje como silenciosa, ha sido violada en el campo por un paseante con perro (la escena es durísima, ya les prevengo)? Toya Pelayo nos coloca ante todos esos abismos (y ante otros, que descubrirán ustedes si tienen la feliz idea de acercarse hasta este libro) para que reflexionemos en profundidad sobre la esencia del ser humano, sobre sus flaquezas, sus zozobras, sus mezquindades, sus glorias y sus miedos ocultos. Les aseguro que saldrán impresionados. Les aseguro que no saldrán indemnes. Den el paso y me cuentan.

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